28 enero 2008

LA FERIA DE LEÓN VISTA POR TORILES.COM

León: Ortega, tres orejas y rabo, José Tomás, oreja, Ochoa, Oreja 27/01/2008
Alfredo FLOREZ (Enviado)
La mejor faena fue la de José Tomás

León, Gto. 27 de enero.- La tercera corrida de la feria León 2008 en el coso “La Luz” de esta ciudad, nuevamente trajo consigo una tarde de triunfo, gracias a los toreros que se esforzaron a entregarse y dar lo mejor de ellos, ante un descastado y disparejo encierro de “Fernando de la Mora”, logrando cortarles en total cinco orejas y un rabo, cifra que no dice lo que fue la corrida, en número de trofeos, ni en el rendimiento de los toros. Para el torero tlaxcalteca Rafael Ortega se le premió con una oreja de su primer toro, el mejor del encierro y las dos y el rabo, este protestado, de su segundo, saliendo a hombros al final de la corrida y para el madrileño José Tomás que malogro sus faenas por pinchar, en su primero solo salió al tercio tras de cuatro pinchazos y entera y, con su segundo con una faena magistral, solo le otorgo una oreja mezquinamente por parte del juez, cuando fue lo mejor de la tarde, pero el Usía no supo aquilatar lo realizado por José Tomás. Y Fernando Ochoa que substituyo a Joselito Adame por la cornada que recibió el día de ayer, corto una oreja bien ganada y perdió otro trofeo a su primero por pincharle.

Ese sería el resumen numérico y a vuela pluma de esta corrida, pero la realidad es que lo mejor corrió a cargo de José Tomás con un toreo de parsimonia, digno de cualquier plaza, aunque las condiciones de sus toros no fueron la que se esperaba y realmente les “inventó” las faenas a sus dos toros, mejor con su segundo con el que estuvo magistral con la muleta y le extrajo pases a un “marmolillo” que solo José Tomás lo pudo entender y sacarse la faena de “la manga”, no cabe otra expresión cuando se torea con la lentitud y el temple como lo hiciera José Tomás en este ruedo, aunque sus ejemplares no tuvieran la presencia ni la importancia que merecía el madrileño en esta plaza. Y de capa con su primero deletreo con suavidad el toreo a la verónica, además de un gran quite por gaoneras.

Rafael Ortega tuvo dos imágenes, la del torero bullidor buscando las palmas del conclave al hacer el toreo de efectividad para las alturas en su primer toro, donde todo fue tan rápido como el pañuelo del juez Javier Ortiz que le premió con la oreja. Lugo en su segundo toro, el decorado cambió y Ortega realizo el toreo fino, de arte y temple, dejando ver que sabe y tiene con que realizar el toreo de calidad, bien de capote, banderillas armando el revuelo con un cuarteo, un violín y uno de cortas en tablas, para luego hacer el buen toreo con la muleta y coronarla de estoconazo, faena de dos orejas bien ganadas, pero el juez benévolo le entregó el rabo que luego se lo protestaron, igual que la salida al tercio del ganadero. Pero al final salió a hombros el de Tlaxcala, bien merecido cuando hace las cosas como figura que lo es, sin recurrir al rodillazo, ni a los topes con los toros.

Y Fernando Ochoa estuvo en mejor plan que como se le ha visto en la capital de México, ahora con entrega y carácter, les ha sabido sacar a sus dos toros pases de gran dimensión y toreo fino, templando las embestidas de sus remisos enemigos a los que tuvo que ponerles los muslos de carnada para sacarles los pases, aunque a los dos toros los pincho, solo que al primero de su lote fueron varios los pinchazos y perdió la oreja por lo menos y, a su segundo que le saco una faena larga de pases siempre metido en el terreno del toro y además con gran disposición, le corto la oreja tras de un pinchazo y otro hondo que hizo doblar a este que cerro plaza, habiendo sido toda la labor del torero para ganarse la oreja muy bien ganada.

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