Por Guillermo LEAL
TEXCOCO.- El esperado debut del francés Sebastián Castella en la plaza Silverio Pérez se vio opacado por un becerrito que se le escapó en el encierro de San Martín al ganadero José Chafik, quien, sin embargó, crió tres astados con la calidad inminente en esta ganadería.
El triunfador de la corrida resultó ser el tapatío Humberto Flores, quien ha comenzado a cosechar lo que sembró en la Plaza México, con este tipo de compromisos en ferias importantes como esta.
También actuó Rafael Ortega, quien cortó una oreja al segundo de su lote.
Después de su triunfo en Monumental de Insurgentes, Castella era esperado con interés en esta plaza, a la que asisten los aficionados de la capital y quienes ayer desataron una bronca muy merecida contra el juez y el ganadero, cuando vieron salir el tercero de la tarde, un animalito muy chiquito que no tenía necesidad de haberlo enviado Chafik, y menos de aprobarlo el juez Gilberto Ruiz.
"¡Rateros, rateros!", gritaba la gente en los tendidos de la plaza, por lo que Castella optó por guardar serenidad y abrevió.
Por fortuna, ya con un toro, su segundo, el diestro galo anduvo entregado y logró "darle vuelta a la tortilla" con una faena muy buena que, desafortunadamente, malogró con la espada hasta escuchar dos avisos.
Humberto Flores estuvo muy bien en su primero, con variedad, con buen gusto y técnica aprovechando las embestidas de un gran toro, al que mató un estoconazo para cortarle las dos orejas, a petición popular.
Con su segundo, un astado falto de raza, lo toreó bien y dio una vuelta al ruedo.
El tapatío ha mantenido el buen paso con el que cruzó el ruedo del coso capitalino.
Rafael Ortega cumplió a cabalidad ante sus dos enemigos, con su sitio de figura, variado y muy torero. Con su primero, un toro incierto, escuchó palmas, y con su segundo, un toro emotivo y con recorrido, cortó una merecida oreja.
Publicado en REFORMA
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