31 marzo 2008

Faltó garra en la última de Texcoco



Juan Chávez se vió con sitio y estuvo empeñoso. Foto: Francisco Gálvez / ESTO

31 de marzo de 2008


Horacio Soto Castro

SE pensó que después de la lección que dieron las figuras en la corrida de la víspera, los alternantes de ayer iban a replicar fuerte, pero sólo hubo esbozos y desafortunadamente la corrida del cierre de la Feria Internacional del Caballo Texcoco 2008 será para olvidar.

Este festejo transcurrió sin nada relevante, aunque si muchos detalles que no llenaron el gusto de los asistentes que hicieron algo así como media entrada. Sólo se registraron dos salidas al tercio.

Se jugó un encierro de La Joya, integrado por seis jaboneros, que causaron curiosidad, además de ser del encaste español de Paraladé, pero diremos que la pinta no hace a los toros, pues fueron astados descastados, desrazados, que les faltó emotividad y alegría. La capa de los toros fue rara para muchos asistentes, porque son contados los que salen con esa pinta, y nada más, porque su desempeño dejó mucho que desear.

Y a los alternantes, como es lógico, les afloró su inexperiencia, por lo poco que torean, y no la compensaron con esas ilusiones y esas ganas de convertirse en figuras del toreo. Solamente hubo detalles, muy contados y por momentos le hicieron al maestrito, cuando debieron salir a montarse en los toros.

Los astados acudieron a los caballos, pasaron con un puyazo y terminaron embistiendo, pero sin tirar una mala mirada, a excepción del quinto, que quería arrancarle la cabeza a Mauricio. Tres no llegaron a los 500 kilos y tres, ya cuajados, rebasaron la media tonelada.

OROZCO

Desconocimos al matador tapatío Aldo Orozco, después de verlo torear en La Florecita y en la misma plaza texcocana, pues en esta ocasión le faltó esa enjundia y esa entrega. A su faena le faltó la emoción que produce el arrimarse y al final de los muletazos expulsaba al toro. Y hay que decir que lo toreó por ambos lados con temple y firmeza, pero a distancia. Hasta dos dosantinas ejecutó al final, que terminó con riverinas. Media y descabello. Petición que no se concede y salida al tercio.

Su segundo, que se lo brindó a Francisco Lazo, cronista del diario ESTO, siguió en el mismo plan con ayudados y naturales que no llegó a redondear. Mató de media, pinchazo y estocada atravesada para escuchar un aviso. Silencio al retirarse. En ese astado Christian Sánchez saludó en el tercio por dos estupendos pares de banderillas.

MAURICIO

José Mauricio dejó ver su valor, clase y deseos de figurar, pero asimismo dejó ver que está poco placeado.

Su primero, que se lo brindó a Francisco Lazo, lo veroniqueó con poca limpieza y quitó por gaoneras. Y con la muleta se fue al centro del ruedo para ejecutar el péndulo, que lo hizo sin moverse un milímetro. En los muletazos que logró mostró su clase y valor. Logró muletazos por la izquierda de gran calidad y fue empitonado feamente al intentar otro por ese lado. Y como lo había anunciado, su sello será el matar recibiendo y lo logró al segundo viaje. Tuvo petición, pero ni al tercio lo llamaron.

En su segundo nada especial con el capote y con la muleta nuevamente se fue al centro del redondel, y toreó por alto aguantando la larga embestida de la res y remató con el desdén, que le resultó dibujado. Logró buenos naturales, porque por el derecho los gañafonazos estaban en barata, y los aguantó. Nuevamente citó a recibir, que no hizo efecto y escuchó un aviso. Recurrió al descabello, pero se dolía del hombro derecho y descabelló con la zurda.

CHÁVEZ

El michoacano Juan Chávez se ve con sitio y tuvo buenos momentos. Con su primero poco pudo hacer por lo aplomado de su enemigo, aunque él le insistió. Mató de espadazo defectuoso y al tercer golpe de descabello. Con el que cerró plaza, ya de noche y amenaza de lluvia, se dejó ver más y estuvo variado. Estocada delantera y escuchó un aviso.

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