Plaza de toros EL TOREO
22de septiembre de 1907 (clic' en la imagen)
(02/X/08 )
"Crónica de una Muerte Anunciada"
Por Antonio Casanueva
Durante uno de mis paseos diarios por el circuito interior a través de los rumbos de Naucalpan, recordé al gran novelista colombiano Gabriel García Márquez y su inmortal novela, debido a la demolición de la plaza El Toreo, en Naucalpan que viene a ser precisamente eso "Una muerte anunciada".
Hace ya ocho años los herederos del Ing. Armando Bernal, a la sazón propietarios del inmueble de quienes habré de ocuparme mas adelante, habían encargado a la empresa de investigación de mercados y negocios Arthur Anderson realizar un estudio para identificar los posibles interesados en adquirir el predio en donde tan histórico inmueble se encuentra ubicado así como formalizar los permisos requeridos para su demolición. En aquella oportunidad, Arthur Anderson había dicho no tener ningún problema en ubicar compradores, ya que el mencionado predio mas que para un salón o sitio de eventos públicos, era lo idóneo para construir un centro Comercial.
Una muestra palpable era que la horripilante estructura que, hace mas de veinte años, Campos Hermanos había diseñado y construido para techar el antiguo coso de La Condesa, que había sido trasladado desde el año 47 a Naucalpan, estaba siendo empleada por uno de esos llamados espectaculares de SORIANA, empresa que por su parte, daba pasos acelerados para convertirse en una cadena de Supermercados. La verdad que "mas claro ni el agua", como reza lenguaje popular.
La Plaza de toros “EL Toreo” fue planeado, construido y proyectado por la empresa El Toreo, S. A., la que fue formada ex profeso por un grupo de accionistas donde destacaban los señores José del Rivero, Lucas Alamán, Carlos Cuesta Baqueiro y Carlos Quiroz “Monosabio” y fue inaugurada el 22 de Septiembre de 1907 con el cartel formado por Manuel González "Rerre", Agustín Velasco, "Fuentes Mexicano", Samuel Solís y Pascual Bueno con toros tlaxcaltecas de Tepeyahualco. Y, luego de 39 años de glorioso historial fue clausurada oficialmente la tarde del 19 de mayo de 1946 para que su estructura de mas de mil toneladas de acero, ordenada, construida e importada de Bélgica por don Oscar Braniff, fuera transladada de la colonia Condesa en la ciudad de México donde se encontraba, a terrenos del solar llamado de 4 Caminos en Naucalpan, Edo de México.
Hoy, 101 años después de aquella fastuosa inauguración y mas de 60 de su traslado , El Toreo, esta siendo desmantelado y demolido en su totalidad para que como se había anticipado, pueda ser convertido en un centro comercial o hipermercado de los que tanto afean y complican la circulación vial de la anteriormente llamada la Ciudad de los Palacios.
Allá por 1945 luego de la sorprendente muerte del llamado "Cacique de Puebla" Gral. Maximino Avila Camacho, quien por inconfesables métodos se había auto constituido el propietario y administrador del coso y cuya empresa venía dirigiendo a través de otro connotado poblano, Carcho Peralta, los abogados y representantes legales de sus herederos, entre quienes se encontraban mayoritariamente sus hijos y sobrinos, optaron por donar el histórico coso a la Secretaría de Salubridad y Asistencia, pretendiendo que los fondos que recabara el inmueble, fueran empleados para la asistencia pública. Funcionarios de la citada Secretaría, al sentirse incapacitados para manejarlo, gestionaron su venta, siendo finalmente adquirido por el Sr. Ing. Armando Bernal, quien con la intención de urbanizar Naucalpan desde el cruce de 4 Caminos hasta donde ahora se encuentran las Torres de Satélite.
De esta manera, Armando Bernal, un profesional de la construcción, quien fuera extremadamente habilidoso para los negocios urbanización y otras obras civiles pero sin la capacidad y conocimientos necesarios para administrar una plaza de toros de la importancia de El Toreo, teniendo en cuenta la competencia de la recientemente inaugurada Plaza México, optó por nombrar a don Antonio Algara, quien en el pasado ya había fungido como empresario en su anterior ubicación de la Colonia Condesa. Así "El Nuevo Toreo" o también llamado de "Cuatro Caminos", abrió sus puertas el 23 de noviembre de 1947, lidiándose seis toros de San Mateo propiedad de Don Antonio Llaguno de Zacatecas; para Lorenzo Garza, Luis Castro "El Soldado" y Jorge Medina quien tomaba la alternativa.
La empresa funcionó mas o menos interrumpidamente con cambios menores en su administración hasta que el 29 de diciembre de 1968, con un cartel en el que alternaban en mano a mano, el ya desaparecido M. Martínez con Eloy Cavazos, la plaza cerró sus puertas y por deseo expreso del tantas veces mencionado Armando Bernal, se anunció que el coso sería techado para dar cabida a la presentación de diversos espectáculos además del taurino, lo que hablando estrictamente del tema taurino no sucedió pero si en cuanto se refiere a peleas de box, lucha libre, caravanas artísticas y mítines políticos.
La plaza no reabrió sus puertas para actividades taurinas sino hasta 26 años mas tarde con un cartel formado por José María Manzanares, Manolo Arruza, Fermín Espinosa y Pepín Liria quienes el 15 de octubre de 1994 despacharon ocho toros de Vistahermosa. Este fue el primero de una docena de festejos donde el murciano Pepín Liria fue el triunfador cortando cinco orejas en sus cuatro actuaciones. Terminadas esas corridas, El Toreo volvió a cerrar sus puertas hasta 1996 para una sola y breve temporada de tan solo 10 corridas siendo la última de ellas, el 28 de julio.
Entre las grandes tardes efectuadas en su segunda y última ubicación recordamos muy especialmente las faenas realizadas por el >Ciclón Mexicano< style="">"Cordobes" de Pastejé el 14 de diciembre de 1947, una inolvidable faena de Antonio Ordoñez al toro "Cascabel" de San Mateo realizada el 9 de diciembre de 1956, la de "Tejón" de Mariano Ramírez ejecutada por Alfredo Leal el 21 de enero de 1962, así como la inolvidable e irrepetible tarde de los berrendos de Santo Domingo "Traguito" y "Gladiador" de Paco Camino el 31 de marzo de 1963 y finalmente la realizada por Manuel Capetillo, llamado >El mejor muletero del Mundo< style=""> “Arizeño” de Don Luis Barroso Barona el 3 de diciembre de 1967, tan solo por mencionar aquellas que nos dejaron mas honda huella a quienes tuvimos la oportunidad de presenciarlas las que jamás podremos olvidar.
Para terminar, solo nos resta comentar que por desgracia, El Toreo pese a sus años de historia en ambos sitios donde estuvo instalado no volverá a ser una plaza de toros, ni tampoco para ningún otro espectáculo, ya que tanto las nocivas manos como los egoístas intereses de sus respectivas administraciones presididas tanto por el general Maximino Avila Camacho como por el Ing. Armando Bernal, dieron al traste con un escenario que sirvió para escribir páginas imborrables de la historia taurina de nuestro país, y que como dijo el poeta : "Que Dios no se los tome en cuenta".
Antonio Casanueva
RINCON TAURINO (13XI/08 )
"LOS TRES MOSQUETEROS"
Por Antonio Casanueva
Se están cumpliendo sesenta años de la tercera temporada de novilladas de la Plaza México, la que para muchos que la vivimos ha sido la mejor, más productiva e inolvidable, tanto por las faenas realizadas, orejas y rabos cortados como por los "nuevos valores" aportados para la Fiesta Brava de nuestro país.
Corría el año de 1948, acabada la temporada grande 47- 48 capitaneada por Don Tomás Valles, quien años más tarde se convertiría en próspero ganadero, El balance taurinamente hablando fue positivo ya que se quedaron para el recuerdo al menos tres valientes y esforzadas faenas del leones Antonio Velazquez, a quien recordábamos en nuestro artículo anterior, realizadas a los toros "Amapolo" de Piedras Negras, "Arlequín" y "Fandanguero" de Coaxamalucan, así como las del potosino Fermín Rivera a los toros "Angulo" también de Coaxamalucan y "Mi querer" de don Heriberto Rodríguez por las que la autoridad les otorgó los rabos. En el terreno económico dejó grandes pérdidas al grado que don Tomas abandonó la empresa al término de la temporada sin que aparentemente nadie se animara a retomarla.
En estas condiciones y ante la falta del espectáculo taurino en la capital, el conocido picador don Juan Aguirre "El Conejo Chico", rentó El Rancho del Charro, que por esos años se encontraba ubicado la calle Ejercito Nacional para organizar una serie de exitosas novilladas de la cual aparecieron varios nombres los que meses después, el nuevo empresario del coso de Insurgentes Dr. Alfonso Gaona organizara la temporada novilleril del 48, primera de las muchas que se dieron durante su gestión y en la que incluyó tanto a los triunfadores del serial del "Conejo" como a novilleros punteros de temporadas anteriores, destacando entre ellos : "Tacho" Campos, Ramón y Fernando López, quienes ya habían triunfado en las temporadas de años anteriores en El Toreo de la Condesa, siendo precisamente Ramón López quien había cortado el primer rabo en la Plaza México en la primera temporada de novillada al novillo "Sacristán" de Matancillas, el 14 de agosto de 1946.
Hablaremos ahora de la llamada temporada de "Los Tres Mosqueteros" , la que como hemos dicho se debió al hábil manejo del Dr, Gaona quien se hizo cargo de le empresa, iniciando las novilladas el 13 de junio hasta el 5 de diciembre de 1948. En ese lapso se organizaron 26 festejos con la participación de 32 novilleros, cortándole las orejas a 13 novillos, en algunos casos por el mérito de la faena, dos orejas : Alfonso Pedroza, Rubén Rojas "El Jarocho" una cada uno, el regiomontano Héctor Saucedo y Manuel Capetillo con dos y el llamado "Chaparrito de Apan" Paco Ortiz y Jesús Córdoba a tres distintos novillos cada uno..
Pero si esas 13 actuaciones hacían que al menos en la mitad de los festejos realizados se hubieran otorgado trofeos, es preciso agregar los 10 Rabos cortados -quiero decir Oreja y rabo, como se estilaba en esos tiempos- que cortaron merced a triunfos inenarrables el hidrocálido Rafael Rodríguez a cinco diferentes novillos, Manuel Capetillo y Paco Ortíz a dos y el regiomontano Héctor Saucedo solamente a uno.
En el renglón de ganaderías, pudiera decirse que el Dr. Alfonso Gaona incluyó prácticamente a todas las vacadas que por esos años participaban en corridas y novilladas dentro de la república, destacando por su número obviamente las procedentes del Estado de Tlaxcala, de donde en esa ocasión se enviaron a la plaza novillos de Atlanga, Coaxamalucan, La Laguna, Piedras Negras y Zacatepec. Del Estado de México vinieron novilladas procedentes de las vacadas de Pastejé y San Diego de los Padres. De Hidalgo, la de don Heriberto Rodríguez en tanto que de Queretaro Tequisquiapan y Xajay, así como de Jalisco; Chinampas, La Punta y Mantancillas y de Zacatecas se presentaron novilladas de San Mateo y de don Jesús Cabrera.
Cabe agregar que en los triunfos que brevemente hemos descrito se premiaron 23 faenas a lo largo de aquella brillante temporada, así como la petición de dos indultos que no fueron concedidos. Esto propicio que la, recientemente inaugurada, Monumental Plaza México luciera sus mejores galas, llenándose hasta la bandera en la mayoría de las tardes, en particular en aquellas que estaban anunciados, novilleros triunfadores de tardes anteriores, quienes con frecuencia repetían color , por lo que el público entusiasmado les llevaba a hombros a lo largo de la avenida Insurgentes y con frecuencia, hasta el centro de la ciudad o al menos a las calles de Bucareli en donde por aquellos tiempos, se encontraban las redacciones de los diarios y periódicos capitalinos, lo que provocaba un espectáculo apenas visto, haciendo que todos sus habitantes participaran de la algarabía que la Fiesta Brava despertaba.
Como queda dicho, algunas de esta actuaciones fueron extraordinarias y propiciaron el desarrollo profesional de aquellas jóvenes figuras, en particular de los llamados tres Mosqueteros; Rafael Rodríguez, Manuel Capetillo y Jesús Córdoba, sin olvidar a su D'artagnan el popular "Chaparrito de Apan" Paco Ortiz.
Siendo Paco el primero en presentarse en la plaza, actuando el 4 de julio, cortando su primera oreja al novillo "Chivatote" de Xajay . Chucho Córdoba el segundo el 18 del mismo mes, Manuel Capetillo el tercero apareciendo en el panorama capitalino de Insurgentes, el domingo 8 de agosto, dando una vuelta al sexto del festejo y repitiendo el siguiente y ahora si cortándole una oreja a "Saltador" de La Punta, así como el hidrocálido y máximo triunfador Rafael Rodríguez quien apareció en el "monumental" coso el 5 de Septiembre.
Los grandes triunfos no se hicieron esperar, en la misma tarde de su debut, alternando con Valdemaro Avila y Capetillo, Rafael Rodríguez cortó su primer rabo al novillo "Panadero" de Pastejé, a su primer enemigo de esa tarde y la oreja al sexto "Gitano". Por lo que obviamente fue anunciado para repetir al domingo siguiente 12 de Septiembre, tarde en que cortó la oreja y el rabo a sus dos enemigos; "Palomo" de Zotoluca y un reserva de Zacatepec, dado que el otro novillo que le había correspondido en el sorteo fuera devuelto. Por lo que causó gran revuelo, dando infinidad de vueltas al ruedo y saliendo a hombros.
En la siguiente novillada organizada en jueves, pues aparentemente ya no eran suficientes los domingos para calmar la ansiedad de los públicos, Manuel Capetillo cortó un rabo a un novillo de Matancillas. Siendo el próximo en encaramarse al podio de los triunfadores, cortando igualmente un rabo mas de tan increíble temporada, el regiomontano Hector Saucedo al novillo "Mochuelo" de Pastejé, en tarde que alternando con Jesús Córdoba, éste pasara absolutamente desapercibido.
Para que el domingo 3 de octubre, repitiera color el hidrocálido Rafael Rodríguez quien ya era y con creces el triunfador de la temporada, cortando su cuarto rabo consecutivo, ahora a "Toledano" de Coaxamalucan. Y, por fin en la siguiente, Paquito Ortiz triunfa, cortando también su rabo a "Tremolero" de La Laguna y quince días mas tarde otro mas, ahora a "Currito" de Pastejé el 31 de octubre, en una tarde de triunfadores en que se disputaban LA OREJA de PLATA, siendo Jesús Córdoba -sin cortar oreja- se lleva el trofeo en disputa.
Para terminar la fiesta, que no la temporada, Manuel Capetillo borda el toreo, con una fantástica e inolvidable faena en donde por primera ocasión se aprecia la calidad de su toreo posteriormente llamado
Dos semanas mas tarde se termina esa brillante temporada, iniciando los preparativos para la organización de la siguiente ahora formal temporada, en la cual, funcionando ambas plazas capitalinas "La Monumental" México y "El Toreo" en su nueva localización de Cuatro Caminos, se requerían nuevos y mayor número de toreros, ya que los españoles por tener roto el convénio, no podían aportar, con lo que se dio el espaldarazo y nuevas oportunidades a este grupo brillante de nuevos valores "Los Mosqueteros" de consolidar e iniciar sus carreras profesionales. (Continuará)
Antonio Casanueva
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