11 diciembre 2008

Dramático recuento de Efrén Acosta


Lo que no hicieron los toros lo hizo la carretera.

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Habla del momento en que sufrió el accidente


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El picador de toros en retiro asegura que salvó la vida gracias a Dios.

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17:29:00

GUSTAVO MARES

“Iba en la camioneta, manejando en una carretera de ida y vuelta. Todo parecía normal. Pero de repente, quién sabe de donde, comencé a oler mucho a flores, una especie de gardenias. Era un olor penetrante, muy fuerte, como si se hubiera roto una botella de perfume”.

“De repente vi un trailer delante de mi. Embistió la camioneta. Sentí un impacto muy fuerte en el costado izquierdo. Sujeté duro, con todas mis fuerzas, el volante mientras salía de la carretera. Me parecieron momentos eternos, aunque seguramente quienes presenciaron el accidente habrán visto que fue en fracción de segundos”, recuerda Efrén Acosta, picador en retiro que debido a este accidente en una carretera de Estados Unidos, perdió el brazo izquierdo.

“Alcancé a dar el volantazo para la derecha. Cuando la camioneta se detuvo bajé la mirada y noté que me faltaba parte del brazo. Aunque te ves lleno de sangre no te da tiempo de espantarte. Es algo instintivo”.

“Me apliqué un torniquete casi a la altura del hombro y comencé a buscar mi brazo. Lo encontré hecho pedazos. Un trozo aquí, otro trozo allá.

“Los primeros en llegar fueron unos elementos de la policía que me vieron con el torniquete, lleno de sangre y ocupando mi chamarra como bolsa.

“Estoy buscando mi brazo –les dije- e incluso ellos me ayudaron. Cuando hallé la parte que me faltaba me llevaron al hospital. De hecho estoy aquí en Dallas, en el mismo hospital en el que trajeron al presidente Kennedy.

“Los doctores me hicieron cinco operaciones para tratar de salvarme el brazo. Hasta que me dijeron o es el brazo o es la vida, ¿qué prefieres?

“La respuesta fue obvia y aquí me tienes. Para como fue el accidente creo que no me fue mal, porque pude haber muerto. Algo me falta por hacer en esta vida, porque Dios no me recogió.

“Pero aún me da vueltas en la cabeza ese fuerte olor a flores minutos antes del accidente. Habrá sido alguien que me quiere mucho y que me avisó que estaba en peligro de muerte o algo parecido. Yo no encuentro una explicación”.

OVACIONES


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