23 marzo 2009

Cambia 'Zotoluco' lanzas por cañas

muy dispuestos los toreros

foto Fernando BARRERA


Cierra temporada en Nuevo Progreso con una oreja de López y otra de Macías

Guillermo Leal


Guadalajara, México (22 marzo 2009).- Eulalio López "Zotoluco" dictó cátedra ante dos de los alumnos más aventajados en la escuela del toreo y quienes no se dejaron: Arturo Macías, a punto de graduarse en figura, y Joselito Adame quien, precoz, también va por lo suyo.

Pero la "clase" fue pública y quedó muy claro que la exigente afición tapatía, le reconoce al maestro su sitio, sin embargo, desean que Eulalio se tome unas merecidas vacaciones del "plantel" del Nuevo Progreso, donde, sobre todo los asoleados, están esperando un tropezón para caerle, injustamente, encima.

Pese a dos faenas pletóricas de conocimiento, de poder, dominio y buen gusto; a que cortó una oreja fueron algunos capaces de despedirlo con silbidos.

Eulalio ya pasó todos los exámenes, las maestrías en esta "escuela", y ojalá tome muy en serio lo de abrir un paréntesis en este ruedo.

Mientras lo piensa, en su clase cuajó una sentida faena con su primero de Xajay, un toro con toda la barba al que Eulalio terminó por sacarle el fondo bueno que traía el animal, aunque previamente hubo de aguantar muy duros momentos al principio de la faena ante las descompuestas embestidas.

Después, al natural toreó con gusto y mucho temple. Tenía ganada una oreja, pero la perdió cuando la mano se le fue para dejar un bajonazo que él mismo lamentó más que nadie.

Con su segundo, que tenía sangre española, Eulalio aprovechó las medias embestidas que tuvo el animal y logró hacerle una faena acuerdo a las condiciones. Una labor que muchos aplaudieron por los terrenos que pisó, por los tiempos que le dio al astado y que se dio él para estructurarla.

Una faena de maestro que valoraron quienes tenían que hacerlo como el juez que le concedió una oreja.

La actitud de Arturo Macías fue de un aventajado universitario a punto de graduarse. A este joven no le importan los golpes diarios, las condiciones de los toros, sólo busca triunfar.

Con su primero, que fue malo, no le tuvieron paciencia y le silbaron, sin embargo, con su segundo, un buen toro también de procedencia española de Xajay, realizó una faena en la que dejó muy claro que no se iba a dejar del maestro y le peleó las palmas de tú a tú.

La oreja que cortó fue la muestra de una cosa, y el fuerte revolcón que sufrió, consecuencia de la misma.

Para el menos avanzado de los "alumnos", porque apenas se va enterando de la difícil carrera que escogió, el aguascalentense Joselito Adame, la tarde fue cuesta arriba. Su primero, duro, áspero, le bajó la moral, y su segundo, con el que lució en los tres tercios, se vino a menos.

El público quería verlo como las otras tardes que le han dado el título de triunfador tapatío y le obligó a regalar un toro de San Marcos con el que anduvo más asentado, con la cabeza fría y por consiguiente pensado mejor lo que había que hacer.

Así acabó una campaña en la que los aficionados volvieron a decantarse por los matadores extranjeros, en una actitud peligrosa porque en México también hay grandes toreros, que sin apoyo...

REFORMA


¡Vaya mansada Xajeña!

De los toros con verdad POR FRANCISCO BARUQUI M.


Llegué a la plaza con el ánimo de una tarde azulada, calientita, de las que invitan a toros viendo una entrada de bien pasado un tercio. Y llegando, me asaltó la duda sobre a qué corrida asistiría, toda vez que la arena estaba sin riego, a lo que aduje que quizá repetiría el centauro estellés, sí, el Hermoso que le ha dado por exigir que nada de agua a la arena para comodidad de él y sus cabalgaduras. Rectifiqué el cartel y nada, que no había caballito ni rejones, empero…

Empero, al comenzar el desfile de las reses de Xajay con unos pitones muy romos que hacían despertar altas, muy altas, altísimas sospechas de que hubiesen sido tocados, — ya se verá el dictamen de los veterinarios —, de nuevo me dije que sí, que sí habría venido algún rejoneador verificando de nueva vez el dominguero cartel en el que figuraba una tercia de a pie, a saber, “Zotoluco”, “El Cejas” y Joselito Adame, nada pues de cabalgantes.

Por supuesto que corroboré que el juez sería el mismo caradura que traga de todo para el confort de los promotores, con su ya característica desvergüenza, consecuencia derivada y lógica de un entreguismo palpable y una ineptitud manifiesta que va en detrimento de la categoría y la esencia del espectáculo, aferrado al hueso del Ayuntamiento, aguantando ofensas e improperios de un público al que tiene harto hasta la coronilla. No… No entiendo a la autoridad municipal que sigue dejándose manipular para sostener al juecito de marras. ¿Qué esperan para removerlo..? Que alguna función se llegue a un desaguisado originándose un escándalo de orden público… ¡Bah..!

Así, astados de Xajay muy distintos por cuanto a fenotipo, lo que me hace meditar que algo habrán metido en la ganadería para probar algún piquete de otra sangre, cuando nada, absolutamente nada tenían que ver los seis bureles entre sí, aunque afinando debo decir que la característica denominativa del encierro fue, a no dudar, mansedumbre… Mansedumbre y… Y más la mansedumbre.

Con presentación, sí, fueron con obligación al castigo apretando alguno cuando se le tapaba la salida, llegando al último tercio con cierta claridad pero carentes de clase y buen estilo, — salvándose el corrido en quinto que resultó el toro con mejosre condiciones —, frenándose, alguno con cierta violencia lo que da bravuconería, que no bravura, arrollando y saliendo del pase desparramando la vista y varios doblando contrario, manifestación del descastamiento más palpable y la más clara mansedumbre.

Eso fue lo de Xajay y…

Y como hubo regalo, un ejemplar del campo bravo alteño de San Marcos, — había que ver el contraste por sus puntas, limpias y astifinas comparativamente con los de lidia ordinaria —, que tuvo movilidad y cierta transmisión cerrando el largo festejo, tres horas y media, entre que medio ruedo lo regaron en el segundo, y el otro medio en el tercero… Una total falta de respeto para el respetable que con toda razón no respeta al irrespetable e impuesto “juez” al que como en repetidas tardes se le dice de todo; y cuando digo de todo es… Es que es de todo… Interprételo usted, amable lector…

Por cuanto a los toreros, cada uno en su cuerda y personal estilo interpretativo, dieron de sí con actitud aplaudible.

Eulalio López “Zotoluco”, en madurez plena y dominador del oficio, anduvo dedicado y empeñoso buscando el triunfo a como lugar se diera. Hizo gala de sitio y poderío en series de ayudados con la diestra y al natural con la zurda intercalando una dosantina que se le corearon pero… Pero mal con la tizona en el primero dejando un infame bajonazo que hizo que se le despidiera con soberana silbatina.

Con el cuarto en similar tenor aprovechando lo que de provecho tenía la res a la que despenó de entera en sitio que bastó para que le llevaran ya retirados los restos una orejita que tuvo, al iniciar la vuelta, que dársela a un peón de su cuadrilla.

Y repitiendo Arturo Macías “El Cejas”, dejó ver que lo que más tiene es valor ya que va con ánimo y entrega a la cara del toro para hacer un toreo de bullidor impacto que conecta con la masa espectadora, a la que sacudió cuando en su segundo al que propinó dos cambiados por la espalda en el centro del anillo, empezando a cuajarlo se confió adelantándole el pase y dejando ver luz, llevándose voltereta de órdago que afortunadamente no fue de mayores consecuencias, volviendo al burel con voluntad y tesón entre gritos de torero para series con la diestra principalmente cerrando con manoletinas citando de frente y rematar su labor con una estocada de excelente ejecución haciendo el volapié como los cánones mandan y ganarse un apéndice merecido, cuando en el tercero, un manso deslucido anduvo entre azul y buenas noches fallando con el acero escuchando un aviso y tras de pinchazos y descabello al segundo golpe, pitos con clamor.

Joselito Adame venía a por todas…

Intentó de todo con el capote con parones de recibo y chicuelinas al paso llevándose el hueso del sexteto. El tercero manso sin posibilidades con el que anduvo en torero haciendo gala de su buen oficio y recursos pero mal con el estoque llevándose un aviso y… Y con el sexto, un auténtico marrajo al que había que poderle, el de Aguascalientes hizo una labor prolongada despenando con brevedad, para obsequiar el sobrero sanmarqueño con el que pudo lucir más empleándose en toreo por alto barriendo los lomos de recibo para realizar una faena enjundiosa y entregada por los dos lados y con ambas manos teniendo buenos momentos que se le jalearon rematando con la espada para escuchar la ovación que le agradecía su voluntad como lo manifestó cubriendo los tercios de banderillas encontrando toro en cualquier parte del ruedo dominando los terrenos cuarteando dejando algunos pares con desigualdad; le vi con los palos demasiado acelerado, algo que deberá remontar pues cuenta con una escuela de privilegio que le da técnica y que deriva en recursos par alcanzar el reposo que seguramente le dará proyección a su artística expresión.

Y así termina una temporada más en la que habiendo casi de todo, el denominador común se reduce a la, insisto y repito, poca vergüenza de la autoridad y por lo visto a un tenor que cuando campea aburre y desespera…LA VULGARIDAD.

Correo electrónico: francisco@baruqui.com

El Informador - Guadalajara


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