Mateos y Flores cortaron oreja, Lupita muy aplaudida.
Reconocimiento al Teniente Ferrer.
Por óscar Mejía
Se dio la novillada a la hora anunciada, con clima excelente para ver toros. La sensacional “Las Brisas” vio sus tendidos concurridos.
El encierro de seis novillos terciados, anunciados como de Santo Domingo que de lo que más carecieron fue de casta, pusieron a prueba los recursos de los tres punteros, que salieron avante por encima de las condiciones del ganado.
Alfonso Mateos con su segundo logró sazonados momentos con la mano izquierda, con fuerte respuesta del tendido. No obstante haber descabellado, la gente pidió a un tiempo para él una oreja que fue concedida. En el primero tardó en matar y escuchó un aviso; salió al tercio a recibir aplausos.
Verdaderamente bien se vio Sergio Flores con sus dos novillos, no solamente haciendo bien las cosas con maduro conocimiento, tanbien torea sabroso y con buen gusto. Una oreja se llevó en la espuerta, pudiendo ser más de no ser por la espada. Eso sin contar que la gente ya lo está juzgando con más severidad ante su capacidad torera evidente.
Lupita López, que por cierto no partió plaza por llegar tarde, no confía en lo guapa que es para justificar su presencia junto a dos punteros, ya que ella misma lo es. Su principal arma es el valor con el que convence tanto a los novillos como a los tendidos. Escalofriante quite por gaoneras en su primero con la firma de la casa. También les pudo a los descastados de su lote, arrancando olés sentidos. La falla, eso sí fuerte, es la espada, dicen que eso se aprende.
En el intermedio del festejo se ofreció un reconocimiento al popular Jesús Ferrer El Teniente, Hombre del toro de toda la vida. Entre ovaciones, dianas, sombreros y prendas de vestir dio la vuelta al ruedo, previa placa que la Asociación Taurina de Puebla le entregó.
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