"RECUERDOS Y EFEMERDIES"

RINCON  TAURINO (3/XII/09)

• por: Antonio Casanueva

Este año, en que la insensibilidad urbana de la gran ciudad capital ha derruido el histórico coso de El Toreo, que en su última ubicación se encontrara en Cuatro Caminos allá por los límites del Estado de México (ver MOMENTO 6/Sept/09) y  que por cierto el predio que antaño ocupara, en breve se convertirá en una mas de esas horrendas filas de consecutivos condominios que no solo afean la zona sino que la complican, tanto por su lógica sobre población, por el tránsito y  la contaminación que provocan en el área.

A los taurinos del ayer,  a esos que todavía no se nos pueden embaucar con  campañas millonarias sobre una mal entendida exclusividad que no logra ni por si sola, ni agregándole el nombre del interfecto u organizador,  llenar una sola plaza de toros cuando antaño solían funcionar dos y  a plena capacidad. A   nosotros digo, nos quedan  al menos nuestros recuerdos  y sus  efemérides.

Por ello, la historia nos recuerda  cuando usted amigo aficionado se encuentre leyendo el presente número de MOMENTO, se estarán cumpliendo 42 años de aquella Feria Guadalupana, realizada ante la mayor expectación y máximo lujo, la que estuviera compuesta por cuatro tardes realizadas entre los días del 19 de Noviembre y 3 de diciembre de 1967, en la hoy demolida Plaza de “El Toreo” de Cuatro caminos y que como ha quedado dicho, se encontrara ubicada  en Naucalpan, en los límites Edo. De México con el D.F. en la que participaron Manuel Capetillo, Joselito Huerta, el llamado por su auténtica elegancia "Príncipe del Toreo" Alfredo Leal, Manolo Martínez, Raúl Contreras "Finito" y Alfonso Ramírez "Caleserito".

Para no hacer larga en extremo esta remembranza, permítaseme tan solo recordar que Alfredo Leal quien realizó una sensacional faena al toro "Mecatito" de Don Reyes Huerta y que si bien  se luciera en su segunda actuación, las restantes corridas no resultaron como se esperaban hasta  su culminación durante la cuarta corrida, en se produjo un inolvidable mano a mano en donde ahora solo existe la desolación y el abandono y que por esos años se encontraba funcionando a plena capacidad la plaza de "El Toreo" de Cuatro Caminos.

Aquella tarde del 3 de Diciembre de 1967, tuvimos la oportunidad de presenciar un memorable mano a mano en que tanto Manuel Capetillo como Manolo Martínez, ambos mexicanos, realizaron grandes faenas, destacando entre otras, las realizadas a los toros "Arizeño" y "Toñuco" ambos de la ganadería de Mimiahuapan.

En las  cuatro tardes, la plaza de "El Toreo" lució sus mejores galas con auténticos llenos a reventar en cada una, destacando la última en que la calidad del encierro de Mimiahuapan que estaba anunciado, se prestó prácticamente en su totalidad para el lucimiento de los espadas, a los que ambos les realizaron enormes e inolvidables faenas.

Manuel Capetillo cumplió airosamente tanto en su primer toro "Laino" como en el segundo "Don Pedro" pero triunfó espectacularmente en su tercero quinto de la tarde, el ya mencionado  "Arizeño” de nombre al que le realizó una grandiosa faena, por la que fue premiado con justicia, con las dos orejas y el rabo ante la satisfacción y delirio de la afición que se encontraba como lo hemos dicho, llenando a reventar el coso cuatrocaminero, sin las reticencias como las que se pueden observar en la actualidad por quienes suelen asistir a las plazas de toros últimamente o en su defecto por las autoridades de la plaza capitalina, encargadas de sancionar el desempeño de los toreros actuantes.

El segundo espada por su parte, el regiomontano Manolo Martínez le cortó una oreja a su primero llamado "Presidente", escuchó un aviso por sus fallas con la puntilla en su segundo, desquitándose con el sexto de la tarde  "Toñuco" de nombre al que de acuerdo con la crónica de don Heriberto Lafranchi en su libro: "La Fiesta Brava en México y en España", -en el que alborotó al máximo a los espectadores que abarrotaban los tendidos, con una gran faena de muleta y cortando dos orejas y rabo- .

Así como lo mencionábamos en alguna de nuestras anteriores participaciones aquí en MOMENTO, "El Toreo ha muerto". Si, la plaza de toros EL TOREO que tantas glorias por tantos años ha dado a la afición capitalina de este país, HA MUERTO. Por ello, a través de la efeméride  recordamos hoy su fastuosidad desde su suntuosa inauguración en su localización original en la colonia Condesa, el 22 de Septiembre de 1907, teniendo en el cartel inicial al llamado "Rerre", Agustín Velasco "Fuentes Mexicano", Samuel Solis y Pascual Bueno con toros de Tepeyahualco y que funcionara por espacio de 39 años hasta su traslado a Cuatro Caminos, de donde luego de otros muchos años  y espectáculos de gloria como el que ahora nos ocupa, hasta ahora, de donde ha sido demolido definitiva y totalmente para convertirse -sin duda- en una horripilante fila de condominios plagados de gente y contaminación, por lo que tanto a taurinos como a viejos aficionados tan solo nos quedan tanto los recuerdos y sus efemérides.

Antonio Casanueva