las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA

    LA DÉCIMA DE LA MÉXICO

 

El domingo que se fue, en la Plaza México se dio el caso de presenciar un ‘mixer taurómaco’ cuando  un torerazo en una supuesta corrida de toros  lidio un torejo, tentó un  novillejo y entrenó de salón con un becerrejo como lo hizo el torero de padre español, madre polaca, de nacimiento francés y sevillano de arraigo  que lo es Sebastián Castella el cual fue ‘victima o ¿cómplice?’ de  su descarada  administración, de la falta de ética de los ganaderos del hierro de Teófilo Gómez, de la falta de rigor  del juez Eduardo Delgado, del entreguismo o complacencia de la empresa, los   que en un absurdo por proteger al figurón ‘se mearon fuera de la bacinica’ y soltaron no un  escarabajo, sino dos y hasta tres indignos de cualquier plaza de primera donde se anuncie a un ‘Matador de Toros’ y ya que ando con Castella aprovecho para precisar que existen varios parámetros para medir el tamaño de un torero, por lo que si tomamos el del imán taquillero, el resultado es que Sebastián Castella es 20,000 localidades menos popular que Ponce o Tomás o pa’ decirlo mas claramente el francesito no  metió ni la quinta parte de pingüinos a la plaza, eso sí, salió ataviado como un auténtico figurín de la alta costura, tan elegante, tan guapo, tan exquisito en su torear y tan trampas a la hora de escoger sus toros ¡Qué lástima! y como el maldito frio me tiene entumido tan solo de rapidito le pregunto a Rafael Ortega ¿Por qué demonios no se atrevió a cortar el rabo? ese era el toro para salir del limbo y pa’ acabarla de joder no supo como sostener las orejas, siempre esa maldita ‘humildad o agachismo’ que en una fiesta de orgullo es nefasta y de Fermín Spínola, como se fue en blanco, pues invitar a la afición a que se percaten a todo color de este torero a través  de la nueva revista Bravada la cual  dedica  este primer numero del año a este serio coletudo brindándole la portada y el estelar de su contenido. 

 

 

                                    DON LUIS BARROSO BARONA

Corrían los mediados de los años sesenta cuando ante Don Luis Barroso Barona ganadero en aquél entonces del legendario hierro de Mimiahuápam  se presentaba un torerillo   a quien mentaban ‘El Suave’,  mismo que entregó a Don Luis un sobre lacrado que abrigaba una tarjeta ‘recomendatoria’ para que le ‘matara’ al novillero la afición,  al ser leída la misiva  le afloro su taurinísimo y exclamó ‘lo que usted debe traer, son los avíos, no la tarjeta’ ¡Ese era Don Luis!,  se avecinaba la inauguración del Cortijo la Morena en Texcoco del que ganadero era eslabón clave, ‘El Suave’ se convirtió en un mandadero chipén repartiendo invitaciones a la ‘crema y nata’ de la sociedad, la roja muleta se cambio por la Guía Roji y los tenis ya no andaban la legua sino el asfalto (¡que duro es trabajar!), el cartel inaugural lo conformaban ni más ni menos que  Fermín Espinosa ‘Armillita’ y su vástago Manolo, Luis Procuna y Luisillo, El Calesero y su hijo Alfonso y por supuesto  Silverio Pérez, quien iba de a ‘Llanero solitario’ pues a su hijo no le dio por la toreada y fungiendo como juez de Plaza ‘El Califa’ Rodolfo Gaona, Don Luis la noche anterior ordenó al novillero; mañana temprano, bañado, perfumado, engominado y de traje corto, ya en puerta de cuadrillas el ganadero diría a Silverio – maestro le agradeceré lo que pueda hacer por este chaval - ‘El Compadre’ sin decir palabra apretó la mandíbula y radiografió o mas bien fulminó con la mirada al torerillo,  lo que provoco que Don Luis acometiera  palmeándole el hombro ‘Al Tormento’, ese era aquél  hombre de gran corazón, que sin ruido hizo el bien a los torerillos de la legua  ¡Gracias mi Ganadero!

 

 

                              LAS SALIDAS Y LOS TERRENOS

Estando  empinando el codo en esa sabrosísima cantina que es ‘La Reforma’ la de  Diagonal San Antonio allá por el Eje Central, dónde cobijado por esa paredes vestidas al más clásico estilo de la tabernas españolas con esos azulejos de ‘Talavera de la Reina’ que datan del siglo XVI  y en dónde sirven unas exquisitas botanas a la ‘antigua’  aparejadas con unos ‘chíngueres’ de pura casta, un parroquiano me preguntaba  que ¿como se debe llamar a la forma de salir al ruedo de los toros?, entonces ya  iluminado por el elixir del murciélago, le conteste; que cuando el toro sale por la puerta de toriles de frente hace una ‘Salida recta’, cuando al aparecer en el ruedo dobla hacia la izquierda se le llama ‘Salida natural’ y cuando lo hace hacia la derecha se le llama ‘Salida contraria’, otro farolazo y otra pregunta ¿cuáles son los terrenos del torero? pues son dos, cuando el torero torea dando la espalda a las tablas se dice que esta lidiando en ‘Terrenos naturales’ y cuando torea dando la espalda al centro del ruedo esta toreando en ‘Terrenos cambiados’, ¿otra preguntita? - mejor amigo ordeneme un Pecho de Ternera, unas Criadillas de toro, chilitos toreados, un Bull y a leer La Prensa.