18 marzo 2010

las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


     MEXICANO EN VALENCIA

    Al ‘Joven Sonrisas’ Arturo Macías le sortearon con la zurda la tarde de su presentación en tierras Valencianas y él por su cuenta se acreditó  una oreja,  una cornada en el remo, una rajada en la oreja,  lo que dio como resultado que el balancín se inclinara a su favor, pues la prensa española lo trato con justicia y con reconocimiento a su carácter, sin que por ello dejaran de señalar su tendencia al  tremendismo,  condición ésta que debe esfumar cuando le empiece a salir ese toro que pide ser toreado con parsimonia ante públicos más sobrios, por lo pronto ya Macías caló y fue calado haciendo honor a aquello que dice ‘Torero valiente, despliega el capote sin miedo, sin miedo a la muerte’, de la inspiración de  aquel flaco que era de oro, que quiso ser torero, que presumía una charrascada en la mejilla similar a esas ‘cornadas de espejo’ como se nombra a las cornadas faciales y que se llamaba Agustín Lara y ya que me he referido al maestro chilango-tlacotalpeño  viene bien recordar que la pasión de Lara por rubricar ‘Valencia linda de olivos, pétalo que cubre de sangre y de seda mi sueño español’ nace de la inspiración que le provoco un libro obsequiado por una valenciana inolvidable, María Conesa la ‘Gatita Blanca.

                                               EL REY DE VALENCIA

    Sin duda el Rey de las Fallas y de la Valencia torera, lo es el guapérrimo de Enrique Ponce, a quien el Museo Taurino de la Diputación le ha dedicado una muestra denominada ‘Enrique Ponce Arte y Dominio’ y es que pronunciar el nombre del torero nacido en Chiva, es motivo de orgullo nacional, hacerlo en su tierra Valencia equivale a venerar a un mortal que será inmortal, esta exposición se da de frente a los XX años de torería del maestro, razón  por demás para rubricar estos tiempos como ‘El año de Enrique Ponce’ tal distinción ha quedado decretada con la magna conferencia titulada ‘El Torero como Héroe Popular y Literario’ y a ello se suma para la posteridad la develación de la escultura monumental del maestro en bronce que alcanza los 2 metros, elevada sobre un pedestal de sobrio mármol que se encuentra en el centro de una fontana en forma de capote que representa a  su majestad, al inicio de su tan peculiar muletazo del ‘Cartucho’ y obviamente el monumento se enclava en la calle que lleva el nombre del torero en su patria chica, bueno, es tal la grandeza torera de Enrique Ponce, que se dice que lo único que le ha faltado para ser perfecto es que lo hubiera pintado ese otro genio de los pinceles taurinos que lo fue su paisano valenciano Carlos Ruano Llopis y hablando del maestro recordemos que vivió aquí entre nosotros precisamente en contra esquina de la cantina ‘La Opera’ aunque yo prefiero, para brindar por los valencianos ilustres   ‘La Flor de Valencia’.
                                            

                                             FALLAS Y PAELLA
    Cuando el mes de marzo se parte por la mitad como naranja valenciana en esa tierra a la que llaman ‘La sonrisa de España’ se renueva la tradición ancestral de celebrar las Fallas de San José,  Falla, palabra que en valenciano  significa hoguera y brota de la costumbre de los carpinteros de quemar viruta y palitroques a las afueras de sus carpinterías, tradición que con el tiempo fue dando origen a la fabricación de las gigantescas figuras de madera y cartón llamadas  ‘ninots’  que cada taller elabora en forma artesanal y al final de las fiestas o Fallas  las figuras  concursan entre si y la más espectacular se indulta y las demás se les da ‘crema’ es decir se queman, claro que durante la semana que duran las festividades  sobresalen  las Corridas de Toros y llenar la barriga con la tradicional Paella Valenciana, cosa que aquí en México no se puede gozar del todo,  pues por ningún lado se queman los  ‘ninots’ y de las Corridas de Toros existe una diferencia  con lo que aquí se realiza  ¿o que les parece el cartel para el próximo domingo de Fallas? Enrique Ponce, Morante de la Puebla, ‘El Juli’, Sebastián Castellá, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera y Cayetano Rivera y de los ‘pavos’ ¡que le cuento!, en donde  no  se nos van por delante es en eso de preparar la paella, porque aquí existen quienes en verdad la preparan de rechupete verbo y gracia el Matador  Alfredo Gómez ‘El Brillante’ quien además por un puñado de parné,  le vende el sabroso guiso y hasta la paellera que fabrica el puntero de los  fotógrafos taurinos ‘El Toquis’, por cierto esas paelleras son tan chidas que hasta se las llevan pa’ Valencia ¡Arrocito amarillo! bueno el chiste es que usted se caiga por Tacubaya sobre la Av. Jalisco y donde nace la calle de Luis G. Vieyra  pregunte por la mejor paella del barrio y le van a decir que es la de ‘La Victoria’ que no es un restaurante, sino un centro de reunión de toreros. 

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