Texcoco, Estado de México
- Por: Jorge Raúl Nacif / Enviado
Una importante actuación, llena de técnica y solvencia torera, ha tenido esta tarde Eulalio López "Zotoluco" en la "Silverio Pérez" de Texcoco, logrando pasear, en son de triunfo, las dos orejas del segundo toro de su lote en medio de la algarabía del público.
El de Fernando de la Mora tuvo recorrido y acudía con nobleza a la muleta del poderoso diestro, pero carecía de gran fuelle. Con todo el oficio que atesora, Zotoluco supo darle al toro sus momentos de reposo, incluso a la mitad de las tandas, y así consiguió una faena de altos vuelos con ambas manos.
Sin forzarlo y muy a su aire, reponiendo el terreno justo entre pase y pase, se suscitaron series de buen calado artístico, siempre templadas, dejando instantes para la inspiración, como un bello cambio de mano por delante instrumentado como remate en una tanda derechista.
Los naturales resultaron tersos e igualmente largos, y ya hacia el final de la faena se vinieron los adornos y desplantes, como cuando Eulalio se plantó de rodillas frente a la cara del burel, lanzando la muleta, en un gesto de valor y dominio.
Gran estocada colocó Zotoluco y la petición para que le concedieran las dos orejas fue unánime, así que la autoridad atinadamente las otorgó.
Con su primero, Lalo dio también una lección de maestría, pues entendió perfectamente al cárdeno que abrió el festejo y, a media altura, ejecutó un trasteo interesante que bien le hubiera valido la oreja de no fallar con el acero.
Rápido, y cuando muchos no lo esperaban en ese instante, El Zapata colocó el par monumental ante el sexto de la tarde y los tendidos se desgranaron en una cerrada ovación. Inició su faena, que fue de menos a más, con el pase del imposible, ante la sorpresa de varios aficionados que jamás habían visto esta difícil suerte.
Entre el aire y la falta de acoplamiento, la faena parecía no despegar, pero Uriel le tomó el ritmo al toro y comenzó a torear con mucho temple, acompañando bien las embestidas de su noble colaborador; de ahí, el trasteo fue creciendo, hasta llegar a su punto de ebullición.
Un pinchazo aconteció en su primera oportunidad con la espada, peor luego cobró una estocada en lo alto que terminó con la vida del burel. La gente solicitó el trofeo, que finalmente paseó en vuelta al ruedo.
Labor intensa y alegre la que realizó con el tercero, al que toreó bien de capa y luego le recetó tres buenos pares de banderillas, poniendo al público a su favor. La faena de muleta fue un tanto incosistente, pero siempre variada y dejando rúbrica en el tendido. Lástima que falló con la espada, ya que tal vez pudo llevarse la oreja.
Desde el capote, Rafael Ortega jamás se acomodó en el primero de su lote, un toro alto y largo al que se le pegó fuerte en el caballo, provocando la rechifla de la afición que durante toda la lidia estuvo de uñas, por lo que el tlaxcalteca abrevió.
Con el quinto, las cosas fueron diferentes, pues ahora sí cubrió el segundo tercio, y con gran lucimiento, para luego hacer una faena muy vistosa y con momentos de tremendismo, como varios muletazos mirando al tendido.
El trasteo le llegó fuerte a la afición, Ortega perdió los trofeos por fallar con la espada. Al segundo intento dejó una buena estocada, pero el público se enfrió y ya no hubo petición para que se le otorgara un apéndice.
Ficha
Texcoco, Estado de México. Tres cuartos de entrada en tarde agradable, con algunas ráfagas de viento. 5 toros de Fernando de la Mora, buenos en general, y uno de De Santiago, lidiado en 5o., bueno. Pesos: 450, 523, 471, 475, 465 y 465 kilos. Zotoluco (azul pavo y oro): Palmas y dos orejas. Rafael Ortega (blanco y oro): Pitos y palmas. El Zapata (hueso y azabache): Palmas y oreja.
MundotoroMéxico
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