07 mayo 2010

Jorge Rízo corta una oreja en el Lienzo Charro del Pedregal

(6 mayo 2010)  
  • Alejandro Escárcega

PROTAMEX de Pedro Haces ofreció la tercera novillada del serial "Porqué Quiero ser Torero" ante media entrada en noche fresca y sin viento en el Lienzo Charro del Pedregal, en la que se lidió un novillo de la ganadería de San Pablo para rejones y tres de Atlanga, propiedad de Don Emilio Rodríguez Arroyo, vecino de Atlangatepec, Tlaxcala, dehesa fundada en el lejano año de 1890 con divísa colores rojo y azul rey para los tres novilleros.
Se dio un minuto de aplausos en recuerdo del recién fallecido Manolo de los Rios.
Abrió el festejo el potosino Alvaro Jara (rosa y oro con medfias blancas) con Ponciano, número 39, zaino y cornidelantero, novillo bravo con el cual no pudo el nobel novillero y después de dejarlo ir vivo decidió cortarse la coleta; noche de debut y despedida.
El aguascalentense Efrén Rosales (azabache y oro) con Gaona, número 31, berrendo aparejado botinero y cornidelantero tocado del izquierdo, verónicas y chicuelinas de recibo y quite por gaoneras. Después de ser picado el bello novillo de estampa se rajó y empezó a salir contrario y después se convirtió en un marmolíllo, regatenado cada embestida, con la toledana pinchazo y estocada para escuchar aplausos.
El capitalino Jorge Rízo (purísima y oro) con Silveti, número 25, zaino cornidelantero, buenas verónicas y  quite por chicuelinas. El banderillero Juan Saldaña dejó dos buenos pares de garapullos para desmonterarse en el tercio. Con la pañosa comenzó su interesante faena con estatuarios en el tercio, para después correr la mano diestra en largos derechazos y al final de la tanda es prendido dando una vuelta de campana, sin verse la ropa vuelve a la cara del astado para dar unas ajustadas manoletinas y al rematar con el forzado de pecho es nuevamente cogido; se va tras el acero y deja una media lagartijera para cortar una merecida oreja que le fué concedida por el juez de plaza, el doctor Samuel Rosete.
Cerró el nocturno festejo el rejoneador de Atitalaquia, Hidalgo,  Leonardo Zatarain (usanza andaluza en azabache) con el novillo de la ganaderia de San Pablo, Balderas, número 29, cárdeno claro bragado meano caribello y cornivuelto con el cual tuvo una lucida actuación dejando dos rejones de castigo, seis banderillas y dos rejones de muerte para dar la vuelta al ruedo. El sobresaliente Ramón Fernández (grana y oro) hízo un quite por mandiles y al inentar un segundo fué topeteado en los testículos perdiendo el conocimiento. Los Forcados Mexicanos hicieron una excelente pega que les valió dar la vuelta al ruedo.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento

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