07 julio 2010

"Quería que se hablara de mí"

6 de julio de 2010

Luis Conrado, primer triunfador
  • Horacio Soto Castro

Luis Conrado se anotó como el primer triunfador de la temporada novilleril en la Plaza México y el primero en cortar una oreja en esta campaña.

"Era una tarde muy importante para mi carrera -dijo Luis Conrado-, una oportunidad que no había que dejar pasar y había que triunfar. El cortar la primera oreja y ser el primer triunfador de esta campaña es lo más bonito que me ha sucedido y espero repetir pronto y dejar constancia de mi capacidad. Por lo pronto lo que yo quería era que se hablara de mí; se dieron bien las cosas y eso me llena de orgullo. Hice mi esfuerzo y corté la oreja".

¿No te impresionó la plaza?

"Claro que sí, la Plaza México es la Plaza México y hay que tenerle todo el respeto -y aclaró- ya estaba familiarizado con la plaza, pues ahí estuve entrenando mucho tiempo y ya conocía todos los terrenos, además de que ya he toreado en plazas de gran importancia como Monterrey y Guadalajara. Sí salí un tanto nervioso porque no es lo mismo sin gente que con gente, yo venía mentalizado, pero eso me animó más para triunfar".

Más adelante recalcó: "Quería demostrar también que no sólo soy un guerrero y temerario, sino que también sé correr la mano".

¿Cómo calificas la faena?

"Creo que supe entender al novillo, fue una labor pensante por las condiciones del novillo de las que me di cuenta luego, luego. Lo recibí a portagayola y no hizo caso con el capote, por eso me tiré a un lado. Después fue muy abanto y luego de que lo toreé por alto me di cuenta que me estaba probando, me exigía que lo toreara como él quería. Me regateaba las embestidas y salía con la cabeza a media altura y siempre mirándome. Me di cuenta de la situación y no había otra que aguantarlo y estar bien colocado para darle el siguiente pase y lo toreé muy a gusto, muy tranquilo."

¿Ibas a perder la oreja?.

"Sí, por el pinchazo, y me dio mucho coraje, porque buscando el triunfo y cuado ya lo tenía pincho, fue como un balde de agua fría. Para borrar esa falla le ejecuté las manoletinas que resultaron muy emotivas y la gente me respondió. Y después había que reventarlo y me fui por derecho para cobrar la estocada".

Con su segundo no hubo nada relevante, aunque sí dejó ver que tiene recursos y está puesto con los novillos.

"Al final del festejo -nos contó Conrado- luego de salir del túnel, la gente me sacó de la camioneta y me cargaron a hombros. Fue un una cosa extraña, un sentimiento muy bonito que no olvidaré".

Ahora en lo que piensa Luis Conrado es la repetición y se prepara doblemente para conseguir otro triunfo.



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