gran Fotógrafo amigo y buen compañero
solo falta Alfredo Palomo |
- por Alfredo FLOREZ
09/08/2010
Contraburladero de la Plaza México donde solo falta Alfredo Palomo
Deja te cuento tocayo. Muy a tu estilo, directo y sin rodeos como a ti te gusta. Sé que estuviste hospitalizado casi quince días entrando y saliendo de terapia intensiva luchando con todas tus fuerzas y a pesar de lo fuerte de tu cuerpo, este no resistió más y decidiste dejarlo en el hospital tras de un último infarto de los tres que sufrió tu cuerpo, pues te urgía venirte al sorteo de la novillada en “tu” plaza México. A las doce del día y minutos, llego tu alma para pedirme tu Programa, eso si “sin que nadie lo hubiera leído antes” y continuar con tu colección que tienes desde hace 24 años.
La noticia corrió como pólvora por los pasillos y los tendidos de la plaza. “Alfredo Palomo murió hoy a las 12 con 20 minutos”. Se solicitó por tus amigos los monosabios Dimas Luna y otros, que se te reconociera con un minuto de aplausos. La petición tenía que ser aceptada por las autoridades y parecía que no habría tal reconocimiento a tus apenas 46 años de fotógrafo en la Plaza México, pero cuál fue nuestra sorpresa que el juez de plaza, también tu amigo Jorge Ramos, de su iniciativa “informó” lo que ya todos sabíamos, que se dedicara un minuto de aplausos para el recientemente fallecido hace una semana, “El picador de toros Venustiano Pacheco… (Salió a relucir tu nombre) Y por el fotógrafo Alfredo Palomo que falleció el día de hoy”. Los aplausos se escucharon por todo el graderío que tantas veces viste lleno de público, de amigos y también de aquellos a los que no les caías bien por tus sinceros comentarios directos. Hoy en esas gradas por cierto, sin mucho público.
En un momento de silencio que siempre espera el “profe”, pidió aplausos por ti.
“Respetable público, pido un brindis y aplausos por el Palomo que falleció el día de hoy…” Las palmas retumbaron nuevamente en tu honor.
Salió al ruedo el primer ejemplar de Los Encinos y emulando al toro “Pajarito”, de salida brincó al callejón, en recuerdo de aquella foto captada por uno de los colegas, donde te ves con tu gorra blanca en nuestro contraburladero viendo brincar a ese toro, foto que le dio la vuelta al mundo. Te acuerdas aquella tarde cuando anunciaron al “Pajarito”, te dije, aguas tocayo este pajarito puede volar buscando donde está el Palomo y ¡zas! En cosa de segundos lo teníamos ya casi sobre nosotros “volando” por encima del callejón hasta desaparecer en las primeras barreras de sombra, coincidencia o petición tuya para que brincara el novillo, aunque esta vez fue del lado contrario de donde nos encontrábamos y se llevo entre las patas al banderillero Jorge Mirafuentes con golpes por todo el cuerpo, pero dijeron, fueron solo golpes en todo su cuerpo.
A media novillada ya enterado el cielo de que tu cuerpo no resistió más todas las intervenciones medicas, se puso a “llorar” con una lluvia de esas que a ti te gustan tanto, para que saquen la casta los novilleros y dejen ver sus ansias de torero.
En fin, la tarde fue triste para quienes hemos sido tus amigos, tus compañeros de contraburladero por más de tres décadas, extrañando tus comentarios y tus siempre oportunos comentarios, faltando también el grito de “tus cuates” de la zona de sol con aquello de cada domingo “Palomo, Palomo… fui, fui, fui, fui, fi…” y tu contestándoles invariablemente. “La suya… hijos de su…”
Ese eres tú, que tanta falta nos estás haciendo apenas pasado este domingo sin el Palomo.
Ya por la noche se presentaron en la funeraria muchos de tus amigos personales, obvio tus hijos, hijas y demás parientes que sufren tu ausencia. Cierto, ahí estaba tu cuerpo presente, pero no tu alma que ya está disfrutando de otra clase de “vida”.
Estamos tratando de hacerte un homenaje póstumo tus familiares y amigos con una exposición fotográfica, homenaje que afortunadamente tuviste en vida varias veces por tu trabajo con tus cámaras fotográficas, captando momentos inolvidables de faenas, lances, banderillas, muletazos, puyazos y gestos que solo tú pudiste captar en esos más de 46 años de estar pegado tu ojo a tus amadas cámaras en miles de miles negativos y últimamente en digital.
Aquellas fotos panorámicas muy tuyas que captaste con plaza llena de público, fotos que han recorrido el mundo, gracias a esa cámara que compartiste con tu hermano Raúl Palomo dueño de esa maravilla técnica.
Ahí en la funeraria estuvieron tus amigos como Paco Lazareno que me conto que en España, en un bar llamado “Joselito Huerta” hay una colección de fotos del maestro Huerta, obra de tu ingenio que te pidió Paco y ahí están en exposición con tu firma al calce “Palomo” como siempre firmas tus fotos. Los comentarios de buenos momentos vividos contigo surgieron de los compañeros monosabios, de tus amigos de tendido de sol y muchos amigos que te recuerdan con cariño.
Nadie negó que tu carácter fuerte te dejo también broncas y enemigos, pero somos más tus amigos quienes recibimos tu entrega, tu pasión y tu amistad sin medida, los que comentamos todos aquellos buenos momentos que pasamos en vida.
Extrañaremos muchas cosas que vivimos juntos. Pepe Soto no podía faltar con sus “chelas de dulce” o sus chistes que le reclamabas domingo a domingo. Tu inseparable amigo Dimas Luna que fue tu mano derecha repartiendo tus fotos en las plazas de toros, tu amigo Manolo de la cantina La Guadalupana de Coyoacán, amigo de siempre estuvo presente como siempre en las buenas y en las malas. Y el ganadero y tú amigo personal Manuel Fernández, por cierto el último personaje que retrataste para la revista PERSONAE en la que colaboramos juntos gracias a que tú me recomendaste con el director el Lic. Ramón Zurita, quien te daba toda la confianza para contactar a los personajes de la fiesta brava durante muchos años para la revista.
En fin tocayo que te puedo contar si tu viviste tantos buenos momentos en tus apenas 69 años de vida en esta tierra, solo te digo, que habremos de seguir tu ejemplo de profesionalismo y te recordaremos siempre.
¡Hasta pronto Palomo!
Tuve el honor de trabajar con el Sr. Palomo en Personae, y se decía que tenía un carácter horrendo, pero la verdad es que era un excelente ser humano. Dios lo tenga en su gloria.
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