- por Pedro Julio Jimenez Villaseñor
2ª Y última parte.
Minutos después de lo ya relatado el día de ayer, sucedió lo que ya todos conocemos, se le puso el plasma noruego y muere Manuel Rodríguez Sánchez, muere y al instante nace el ídolo que hasta la fecha recordamos, bien se puede decir que en caso de buscar un icono que exteriorice, testifique, identifique a los toreros, una inmensa mayoría mencionaría a “Manolete”, ni duda nos queda.
A MANOLO Martín Vázquez el 6 de julio de 1941 en Barcelona... El segundo apadrinado fue Emiliano de la Casa , “Morenito de Talavera”... Su tercera alternativa fue a Manolo Escudero, que se doctoró en Murcia el 2 de mayo de 1943... Su cuarto apadrinado fue Miguel del Pino, novillero del Puerto de Santa María, que tras varios años de una brillante etapa novilleril, toma la alternativa en Algeciras el 14 de junio de 1943... Otro ahijado de “Manolete” muy bien dotado de arte y gusto con la capa y la muleta, fue el extremeño Eugenio Fernández, “Angelete”, natural de Baños de Montemayor. “Manolete” le concedió el doctorado en Barcelona un 12 de octubre de 1943... El valenciano Jaime Marco, “El Choni”, recibió los tratos de manos de “Manolete” en la plaza de Valencia el 15 de octubre de 1944... Fue Agustín Parra, “Parrita”, de todos sus ahijados el más próximo espiritualmente a su padrino. Casado con una sobrina del torero de Córdoba, fue su discípulo por excelencia... La octava alternativa concedida por el torero de Córdoba, fue para el madrileño de Barajas, Rafael Llorente, hombre robusto de corta estatura, que sabe adaptarse al toreo profundo y puro de su padrino que le cedió los tratos un 30 de agosto de 1945 en Barcelona... El último apadrinado por “Manolete” fue Rafael Perea, “El Boni”. Esto ocurrió en la plaza México un 26 de febrero de 1946... “Manolete” no tuvo rivales, en el escalafón estuvo él... y después de él todos los demás.
ALGUNAS ANÉCDOTAS EN SU VIDA.
DOÑA ANGUSTIAS era admiradora y amiga de “Dora la Cordobesita”, esposa de Manuel Jiménez, “Chicuelo”, cuando iba a tomar la alternativa “Manolete” en Sevilla y sabiendo su madre que él se la daba le dijo... “Manolo no te olvides de dar recuerdos míos a “Dora” cuando hables con su esposo”. Así fue, pues, en el momento que “Chicuelo” le entregaba a “Manolete” los trastos de matar, éste le dijo.- “Mi madre le da recuerdos a su esposa Dora”. “Chicuelo” le dio el primer regaño de matador de toros ya que le respondió.- “Vamos, al toro, que no es este el momento”.
“MANOLETE” CUANDO empezaba tuvo un día triunfal en la plaza de toros de los Tejares de Córdoba. Fue llevado a hombros por la multitud a su casa de la Plaza de la Lagunilla. Antes de llegar, suplicaba a aquellos que lo llevaban, diciendo.- “Soltarme, por favor que vais a asustar a mi madre”. Doña Angustias ya se había enterado del triunfo del principiante, recibiéndolo sin grandes espavientos y sin muchos ánimos. Manolo un poco mosqueado y viendo las cabezas de los dos toros que había en el patio de su casa, uno estoqueados por el primer marido de doña Angustias, y el otro por su señor padre, dijo a su madre.- “Mamá, hoy he sio mejor que tus dos marios juntos, así que Dios los tenga en gloria”.
YA A 63 años de su partida, Manuel Rodríguez Sánchez, el hijo de doña Angustias, el enamorado de Lupe Sino, aquel novillero al que erróneamente anunciaron la tarde de su debut como Ángel y que alternara esa importante tarde al lado de dos mexicanos, uno de ellos, Silverio Pérez, posteriormente padrino de su mexicana confirmación de la alternativa, la otorgada por el esposo de Dora, “La Cordobesita ”, ya todo esto referido, sigue en la mente del aficionado. Los años pasaran y “Manolete” seguirá siendo un referente de valor, de afición y de vergüenza torera. “Manolete” no tuvo hijos pero nos deja una herencia mayor... ¡Su ejemplo!.
EL TIEMPO que pasó Manuel Rodríguez en los ruedos fue relativamente muy corto. Recibe la alternativa a los 22 años y solo ocho años después se va de este mundo, él quería retirarse ese mismo año. Ocho años son muy pocos para obtener tanto logro, ocho años para otros han sido de batallas, de penurias tratando de encontrar el camino del éxito y por lo mismo la grandeza de “Manolete”. En ocho años captó la atención de moros y cristianos, de taurinos y no taurinos, de gente del pueblo y de la realeza, de políticos y de personas que sentían curiosidad simplemente en saber más de ese fenómeno taurino que levantaba de sus asientos a los espectadores a los que sus mismos compañeros le guardaban un especial cariño y respeto. La muerte de “Manolete” nos recuerda que el toreo es grandeza pero los toros no respetan jerarquías, que hieren y matan, pero también engrandecen a aquellos que llevan su profesión con respeto y categoría, con vergüenza y con amor, que sienten lo que hacen y que se entregan por completo a ella, sin trucos, anteponiendo las cornadas, la dignidad por encima de todo. Si todo esto si lo resumimos tiene un nombre, el de nuestro personaje recordado hoy a 63 años de su partida, MANUEL RODRÍGUEZ SÁNCHEZ, “MANOLETE”. ¡¡¡Que en paz este don Manuel Rodríguez Sánchez, “Manolete”!!!.
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