22 septiembre 2010

CHURCHILL Y MANOLETE…

Silverio y  Eisenhower
 DON SILVERIO SOLO PIDIO WISQUITO.
  • por PEDRO JULIO
EL PRIMER ministro ingles, mister Winston Churchill, perdón, no era mister, era Sir, era Lord, fue conocido, entre otras cosas, por hacer la “V” de victoria con sus dedos y así hacer notar su confianza en que saldrían avantes en sus quehaceres bélicos. Manuel Rodríguez, “Manolete”, lidio y dio muerte a un toro que entre sus ojos tenia una mancha semejante a esa “V”, el diestro cordobés la mandó disecar para obsequiarla a su admirado político quien la guardo con respeto, al morir el torero fue Sir Winston fue el primer extranjero en enviar sus condolencias a doña Angustias, la madre del espada fallecido en las astas de “Islero”. A pesar de esta anécdota jamás se conocieron de manera personal, los dos peleaban sus diferentes guerras.  


COMO COSA curiosa, y viene al caso por el trato entre toreros y políticos connotados, Silverio Pérez y el ex presidente de los Estados Unidos de Norte América, Dwight D. Eisenhower, sí llegaron a cruzar palabra alguna. La muestra de esta entrevista la presentamos con una fotografía de ese momento, acto efectuado en San Diego, California en una reunión de alcaldes latinos. Don Silverio desempeñó las siguientes responsabilidades en el municipio de Texcoco: En 1951 Síndico Procurador de Texcoco. De 1955 a 1957 presidente de la Junta de Mejoras Materiales del Municipio. En ese lapso se reconstruyó la carretera México-Texcoco. De 1958 a 1960 presidente municipal de Texcoco. De 1961 a 1963 diputado federal. Posteriormente repite como presidente municipal, ya por segunda ocasión. Posteriormente fue nombrado Coordinar de Desarrollo Agrícola y Ganadero del Estado de México. De 1967 a 1969 Presidente Municipal por tercera ocasión. Fue durante este trienio que Silverio pudo lograr uno de sus grandes anhelos, que don Humberto Peraza fundiera la estatua del rey Nezahualcoyotl y la misma adornara la entrada a su ciudad.

Fue en casa de su compadre don José Pagés Llergo a la que asistieron, Agustín Lara, Pedro Vargas, Mario Moreno, “Cantinflas” y don Silverio, como invitado especial asistió el licenciado Ernesto P. Uruchurtu, Regente de la Ciudad de México en esos años, por supuesto se trataba de solicitarle algunos “favores”. Agustín Lara y Pedro Vargas le solicitaron la ampliación de los horarios de los centros nocturnos que estaban restringidos apelando a que cuando la gente estaba más “contenta”, por esas restricciones,  tenían que cerrar. A lo que se negó rotundamente.  Volteó a ver a “Cantinflas” y le preguntó qué, que necesitaba y este le solicitó autorización para elevar los precios de entrada a los cines ya  que había un tope de $4.00. El quería estrenar su película “La Vuelta al Mundo en 80 Días”, y alegaba quería que “el pueblo la viera” y con ese precio no le convenía. De inmediato, con un dejo de enojo le dijo… “De ninguna manera, sacrifíquese por su pueblo”.  Ya muy alterado y en ese tenor voltea a ver a don Silverio y le dice, “Y usted Silverio… ¿que quiere?”…  ¿Yo señor?, le contestó Silverio tímidamente… Pues solo otro wisquito.  Terminó la reunión con sonoras carcajadas de todos los presentes. Otra de sus ocurrentes anécdotas producto de sus miedos… y responsabilidades.

EL 9 de diciembre de 1945 le iba a confirmar la alternativa a “Manolete”, quien se presentaba con la etiqueta de monstruo del toreo, y Silverio era un manojo de nervios, desde las primeras horas del día, había asistido a misa a la Basílica de Guadalupe, se confesó y comulgó, después había redactado su testamento y estaba en su casa ya para enfundarse en el vestido de torear cuando tocaron a la puerta de su habitación, era su querida esposa para decirle que tenía una llamada telefónica, Silverio muy molesto le recrimina que para qué le pasa llamadas telefónicas, la señora no tiene más remedio que decirle, “pues es que… es que te llama el presidente de la República”, a Silverio no le quedó más remedio que contestar la llamada de el entonces mandatario General Manuel Ávila Camacho, quién le dijo… “Buenos tardes matador Silverio, le llamo solo para decirle que la honra de la patria está en sus manos y todos los mexicanos esperamos que la defienda con orgullo”, Silverio colgó el teléfono en su oportunidad y alcanzó a decir con voz nerviosa y baja… “Pa´ acabarla de chingar, ora por decreto presidencial tengo que estar bien”. A otro tema.  

FUERTE ES el rumor que el 2 de noviembre en la plaza Jorge Aguilar, “El Ranchero”, de Tlaxcala, capital, verán a Uriel Moreno, “El Zapata”, a Fermín Spinola y a Joselito Adame con un encierro de “Piedras Negras”, ganadería que por si sola asegura una excelente entrada. Chica la simpática placita y creo será insuficiente para presenciar toros con verdadera casta, con toros que son la materia prima para provocar emoción y que el aficionado regrese a los cosos… Nos Vemos.  

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