en la Plaza de Toros Arroyo
(25 septiembre 2010)
- Alejandro Escárcega. Crónica
- Ricardo Gómez. Fotografía
Óscar Amador |
Ante una mala entrada en la Plaza de Toros Arroyo, se corrieron tres malos ejemplares y solo uno bueno de la ganadería de Autríque con los cuales el chihuahuense David Labrado escucho palmas, el tlaxcaltecca Antonio Galindo saludó en el tercio, el potosino Carlos Rodríguez con el peor novillo del encierro escucho silencio y con el único astado qué se dejó meter mano el tlaxcalteca Óscar Amador cortó dos apéndices.
Abrió el festejo David Labrado (verde bandera mexicana y oro) con Tereso, número 148, cárdeno obscuro bragado meano y cornivuelto con 398 kilos al cual recibió con un farol de hinojos en tablas, de pie, buenas verónicas y quitó por navarras rematadas con una media; buen puyazo y ovación al varilarguero David Leos; banderilló con más afición que efectividad. Le brindó al empresario de ésta Plaza Don Pepe Arroyo para comenzar su faena con toreros doblones del tercio a los medios, pero el novillo empezó a colarsele peligrosamente hasta que lo prendió para empalarlo sin consecuencias que lamentar, sin amilanarse le intentó más muletazos quedandose más quieto qué un poste, pero desgraciadamente fatal con la toledana; cuatro pinchazos, estocada perpendicular y un descabello con dos avisos entreverados, estuvo así de qué el rajado novillo se le fuera vivo a los corrales.
De pie también cayó Antonio Galindo (albo y azabache) con Poeta, número 159, negro bragado meano y cornidelantero con 402 kilos, lo recibió animosamente con un farol a portagayola y verónicas embraguetandoselo; buena puya de Rodolfo Acosta y con los garapullos se desmonteró por enésima ocasión Christian Sánchez. También le brindó a Pepe Arroyo, para hacer una faena llena de entrega y torerismo sobre todo por el pitón izquierdo porqué por el derecho el astado no tragaba nada, tan es así que en un muletazo lo desarmó y la muleta fué a caer al tendido, con el acero dejó una media en buen sitio para saludar en el tercio.
El peor novillo del festejo le tocó a Carlos Rodríguez (rosa mexicano y oro), Hilador, número 143, cárdeno obscuro bragado meano y cornipaso con 382 kilos, verónicas sin eco en el tendido y quitó por tafalleras aprovechando la huida del cornúpeta. Raúl Bacéliz saludó en el tercio después de dejar dos buenos pares de banderillas. Le brindó a Don Raúl Cardosa, para darle muletazos al novillo qué salía contrario y no quería saber nada de la muleta del potosino, al final un torero abaniqueó por la cara y dos pinchazos y una estocada.
El único novillo que se dejó meter mano fué para Óscar Amador (azul marino y oro), Victorioso, número 135, cárdeno claro bragado meano y cornidelantero con 374 kilos, verónicas cargando la suerte y quite por estatuarias gaoneras que emocionaron a la afición capitalina; puyazaso de César Morales. Le brindó a Don Antonio de Haro, sabiendo que íba a hacerle faena al astado y así fué: dos escalofriantes péndulos en los medios y tres enormes series de largos y templados naturales al són del pasodoble Novillero del maestro Agustín Lara, una serie con la diestra rematada con un trincherazo de cartél y al dar una segunda bernardina, quedó atravezado y el novillo le pegó una patíza de órdago en la cabeza y una cornada en la pantorrilla derecha, se paró drogui para recetarle otra serie de bernardinas y un estoconazo para cortar dos orejas que le concedió el juez de plaza Don Gilberto Ruiz Torres, salir en hombros a la enfermeria. También dió la vuelta al ruedo el ganadero Don Luis Autrique Gómez Gordoa.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
Toros en Arroyo
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