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Una oreja, la única de la tarde, para Aldo Orozco.
Foto: Juan Ramos/ESTO |
27 de diciembre de 2010
La corrida de San Marcos, desaprovechada
Francamente que la mayoría del ganado que lidió ayer en la Plaza México el hierro de San Marcos, ha dado una gran oportunidad para el triunfo de los toreros anunciados. En resumen, para nuestra consideración: el primero muy bueno, el segundo se dejó meter mano bien, el tercero, malo con peligro, el cuarto se dejó meter mano, lo mismo que el quinto; mientras que el sexto fue regular, por lo rajado. Y de todos ellos, solamente al último le han cortado una oreja; lastimosamente, a excepción del tercero, el resto se fue con las orejas al destazadero y mire usted que los apéndices estaban prendidos con alfileres. No fue un encierro extraordinario, pero sí hubo cinco toros que tuvieron fijeza, nobleza, aunque algunos más recorrido que otros. No obstante, ninguno de éstos se comía a nadie, salvo el tercero que era el mero demonio, por lo que había que salir con determinación para someterlos y mostrarles el camino. Sin embargo, la falta de temple, distancia y poco entendimiento hacia los ejemplares de don Ignacio García Villaseñor y Marcos García Vivanco, hizo que la tarde se fuera prácticamente en blanco. Con más aplausos para los toros que para los toreros...sigue leyendo en el ESTO
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