José María Luévano, a gran nivel

17 de diciembre de 2010

Viene por su corrida 16 en la México

• Horacio Soto Castro

El aguascalentense José María Luévano, a sus 15 años de matador de toros, se encuentra como si se presentara por primera vez en la Plaza México, con la misma ambición, afición e ilusión, condiciones que nunca se le han borrado de su ánimo.

En el coso capitalino ha hecho el paseíllo 15 tardes, la del domingo será la 16, cortando 12 orejas. En la temporada 2003-2004 fue el máximo triunfador, cortando 7 orejas y además conquistando la "Oreja de Oro", trofeo muy preciado entre la torería de siempre.

De novillero, se proclamó triunfador en el 94, cortando cuatro orejas.

Esos bellos recuerdos hacen que su estado anímico sea de seguridad y optimismo, y ha manifestado que espera revivir tiempos pasados con su toreo profundo y de garra, pues su actitud es de un joven que se quiere engullir el mundo.

Esta temporada ha sumado 19 tardes, con un saldo de 37 orejas, pues ha sido una temporada de muchos éxitos, como son los de Morelia, tres orejas; San Juan del Río, sin orejas, por pinchar, pero fue una gran tarde; San Luis de la Paz, donde cortó cuatro orejas y un rabo, y en Atlacomulco, tres orejas.

José María Luévano, a quien en algún tiempo le apodaron el de "la triste figura", se convirtió en una real promesa por su toreo sobrio, impactante y de muletazos largos, con hondura, que pudo llegar a ser un torero de respeto. Sin embargo, se metió en un bache del que ya salió hace tiempo y en el que espera no volver a caer.

Él es nacido en Aguascalientes, pero "nacionalizado" queretano.

"Son 15 años de matador de toros -dice José María- y no ha sido fácil. Se ha luchado a brazo partido en esta profesión, en que básicamente hay que tener paciencia y mucha ilusión. Este año espero cerrar fuerte la campaña, con un triunfo más en la México".

Ha estado metido en el campo, y ayer estuvo en La Soledad, ganadería de donde proceden los toros que se van a lidiar el domingo, pero además ha estado en Campo Real y otras ganaderías, como la de Barralva. Su carrera ha sido brillante, pero no fácil, como él mismo dice, pero está dispuesto superar todos los problemas que se le presenten para regresar al buen camino

ESTO