Barcelona 25 de Septiembre 2011
Un hecho tan vergonzoso,
con su historia desentona,
no deja de ser penoso,
lo que pasa en Barcelona.
Aunque estaba anunciada,
que era la última corrida,
la fiesta estaba prohibida,
por una torpe manada.
La herencia patrimonial,
cuando es así denegada,
es mala yerba sembrada,
en el jardin cultural.
El que nieguen sus raices,
le duela a quien le duela,
no los vá a hacer más felices,
por desdeñar a su abuela.
En esta ciudad condal,
con política inmadura,
todo pasa, nada dura,
solo es un vendaval.
- Héctor Budar.
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