LA VERDAD INCOMODA
En días que apenas remataron en tablas bajo el influjo de ‘La llama de la Taurina’ que es el conclave en donde chanelan quienes chorrean afición que no exhibicionismo, ni mucho menos protagonismo enfermizo que de los canceres del mundo de la tauromaquia es de los más nefastos, se dio una alternancia de opiniones en donde una voz mesurada cuestionaba sobre la conveniencia o no de ventilar públicamente o sea en los medios, asuntos que por delicados se tornan espinosos ‘el saco’ me quedo que ni mandado hacer y creo que hasta el clavel era de mi invernadero, así que sacando educación del pozo me referí al tema diciendo que para empezar por el principio que esto de hablar con ‘palabras en punta’ debería de ser la forma parlante y/o escrita mínima que deberían de usar quienes son o creen ser escuchados o leídos en algún programa o ‘risametro’, periódico u hojita parroquial, www/ blog o correo electrónico, los taurinos chipen decían que en estos días difíciles tal vez no sería del todo conveniente darles luz a todo lo que erice y mi argumento era y sigue siendo que por ocultar cosas la fiesta está como está y es que al ‘verde hay que llamarle verde’ por que si no va a vivir en la mentira como cuando yo era infante que ‘mi nana pederasta’ me decía que mi ‘jefecita’ me encargo a Paris y que me había traído la cigüeña cuando la neta es que el Bardo nació en el arrabal producto de los follones que mi padre le arrimaba a la cachonda de mi mamacita ¿entonces por que ocultar o distorsionar lo que es obvio? pero que los medios tenemos la ‘obligación’ por ser asuntos públicos de informar de tal o cual circunstancia que es lo que en esta columna sin disimulos ni maquillajes ¡Se hace! el tema se convirtió en la llave que abrió la caja de Pandora y por ello la ‘Llama de la Taurina’ creció avivada por la gentil y poderosísima cartera de Don Jorge Anciola, la sabiduría de lo que sucede en toda la pandereta torera afloro en faena de bandera, el arte y la estética la brindo el internacional maestro de la lente Edmundo Toca el popular ‘Toquis’ quién además dentro del capítulo de la cultura taurina nos plasmo al alimón con ese personaje mayor que lo es el apoderado Alfredo Gómez ‘El Brillante’ y al desnudo lo que es la fiesta en las tierras bolivarianas.
Jalando agua para el molino ahora que el tema putrefacto en el seno de lo meramente taurino con excepciones lo es el descaro que están teniendo algunos ganaderos con ofertar sus ‘mini-tauros’, los empresarios con adquirirlos en un claro himno a la piratería y desde luego los indignos ‘Matadores Españoles’ al lidiarlos yo pregunto ¿Qué pasaría? si los de las plumas, los cibernéticos y los microfoneros (los que tienen recepción) con su estilo pasaran lista de presentes señalando a aquellos ganaderos que no están cumpliendo con la ética, que ¡claro! afortunadamente no son todos los que mandan repetidamente ‘toros’ que distan mucho de serlo y que vienen envueltos en anabólicos para provocarles la hinchazón en las carnes, además de que las cabezas no les corresponden y mucho menos las cornamentas de las que se puede cuestionar si cuando salen al ruedo están intactas, sin descartar que las actas de nacensia se hayan expedido en ‘Santo Domingo’ y las basculas calibradas en algún rastro clandestino, repito ¿que pasaría?, pues que cuando menos alguno de los orquestadores del fraude dirían ‘Ya nos descubrieron’ así que para no seguir siendo exhibidos y denunciados pues mejor a enmendar el terreno y además que tal que en una de esas hasta a las autoridades se acuerdan de velar por los intereses del público y en lo que les corresponde pues a poner remedio, mas como no actúan y algunos ‘medios’ no lo ventilan e incluso los solapan pues no queda más remedios que ponerles la etiqueta de ‘complices’.
Ante esto, que gusto da saber que el proyecto de la ‘Certificadora de Medios Taurinos’ cada día esta más cerca de ver la luz y mediante ella las empresas, toreros, ganaderos, anunciantes y público en general va a saber perfectamente que medios e individuos son confiables y quienes son pura paja. ¡‘Fuera Mascaras’!
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