Posted: 23 Nov 2011 12:16 PM PST
El equipo médico del Virgen del Rocío, contento de la importante intervención
FERNANDO CARRASCO / SEVILLA
Once horas. Que se escribe pronto. Es lo que duró la intervención quirúrgica a la que fue sometido, ayer, el matador de toros jerezano Juan José Padilla en el Hospital Virgen del Rocío. Entró en el quirófano a las nueve de la mañana y los médicos salieron a las ocho de la tarde. Pero en sus rostros, la satisfacción del éxito —con las lógicas cautelas hasta comprobar la evolución en el postoperatorio— por el trabajo realizado.
Y es que se pudo reconstruir el nervio facial de la zona izquierda de la cara del diestro, que fue arrancado por el pitonazo certero del toro de Ana Romero en la plaza de Zaragoza el pasado mes de octubre. Una operación dificultosa a más no poder y no exenta de riesgos ya que, según fuentes hospitalarias, no entra todos los días un paciente con este mecanismo de lesión.
Microcirugía
La intervención consistió en la reconstrucción del nervio facial mediante la técnica de microcirugía. Resultó laboriosa la localización del extremo del nervio facial próximo a la base del cráneo, consiguiendo suturarlo con éxito con el extremo de la zona de la mejilla. También se precisó la toma de un injerto externo de una de las piernas del diestro. Finalmente, tras 11 horas de operación, el objetivo se consiguió. Juan José Padilla pasó a la Unidad de Reanimación Postanestesista del centro hospitalario, en espera de ver su evolución y poder ser trasladado a planta.
La intervención ha estado encabezada por el prestigioso doctor Alberto García Perla, que ha contado con un equipo de «primeros espadas» en la Medicina sevillana y nacional: el maxilofacial Rodolfo Belmonte; el cirujano plástico Domingo Sicilia; los otorrinolaringólogos Francisco Esteban y Rafael Martínez, y el anestesista Enrique Navas, además del personal de enfermería especializado.
Una labor ardua que, por el momento, ha resultado un éxito, algo que comunicaron a la familia del torero que, en todo momento permanecieron a las puertas del quirófano. Junto a la esposa de Juan José Padilla, Lidia Cabello, se encontraban su hombre de confianza, Diego Robles, y su amigo Adolfo Suárez Illana, quienes mostraron su satisfacción ante las noticias recibidas.
FERNANDO CARRASCO / SEVILLA
Once horas. Que se escribe pronto. Es lo que duró la intervención quirúrgica a la que fue sometido, ayer, el matador de toros jerezano Juan José Padilla en el Hospital Virgen del Rocío. Entró en el quirófano a las nueve de la mañana y los médicos salieron a las ocho de la tarde. Pero en sus rostros, la satisfacción del éxito —con las lógicas cautelas hasta comprobar la evolución en el postoperatorio— por el trabajo realizado.
Y es que se pudo reconstruir el nervio facial de la zona izquierda de la cara del diestro, que fue arrancado por el pitonazo certero del toro de Ana Romero en la plaza de Zaragoza el pasado mes de octubre. Una operación dificultosa a más no poder y no exenta de riesgos ya que, según fuentes hospitalarias, no entra todos los días un paciente con este mecanismo de lesión.
Microcirugía
La intervención consistió en la reconstrucción del nervio facial mediante la técnica de microcirugía. Resultó laboriosa la localización del extremo del nervio facial próximo a la base del cráneo, consiguiendo suturarlo con éxito con el extremo de la zona de la mejilla. También se precisó la toma de un injerto externo de una de las piernas del diestro. Finalmente, tras 11 horas de operación, el objetivo se consiguió. Juan José Padilla pasó a la Unidad de Reanimación Postanestesista del centro hospitalario, en espera de ver su evolución y poder ser trasladado a planta.
La intervención ha estado encabezada por el prestigioso doctor Alberto García Perla, que ha contado con un equipo de «primeros espadas» en la Medicina sevillana y nacional: el maxilofacial Rodolfo Belmonte; el cirujano plástico Domingo Sicilia; los otorrinolaringólogos Francisco Esteban y Rafael Martínez, y el anestesista Enrique Navas, además del personal de enfermería especializado.
Una labor ardua que, por el momento, ha resultado un éxito, algo que comunicaron a la familia del torero que, en todo momento permanecieron a las puertas del quirófano. Junto a la esposa de Juan José Padilla, Lidia Cabello, se encontraban su hombre de confianza, Diego Robles, y su amigo Adolfo Suárez Illana, quienes mostraron su satisfacción ante las noticias recibidas.
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