En la tarde de hoy, sábado 7 de abril, con menos de media entrada en los tendidos, en tarde muy fría, se ha celebrado en Munera (Albacete) una corrida de toros con astados de Los Chospes, bien presentados, de juego variado, destacando el extraordinario quinto. El resultado de los toreros fue el siguiente: Ambel Posada (oreja y oreja), José María Arenas (dos orejas y oreja) y Diego Silveti (oreja y oreja).
Tras su actuación en Valencia, el matador mexicano Diego Silveti reanudó su temporada europea en la localidad albaceteña de Munera, en la que cortó una oreja a cada uno de sus toros, saliendo en hombros por la puerta grande. El primero de estos trofeos lo paseó de un animal noble y de buena condición, pero que duró poco. Silveti estuvo templado por los dos pitones, especialmente al natural, lado por el que llegaron los mejores muletazos de una buena faena. Una vez el astado vino a menos, el mexicano acortó distancias para terminar de apurar las embestidas del toro, rematando su labor con una serie de manoletinas. Lo mató de una certera estocada. Otra oreja cortó del sexto, también noble, pero igualmente sin excesiva duración. La actitud del mexicano fue la de querer siempre sacar el máximo provecho del animal, instrumentando nuevamente muletazos de calidad. Tras un pinchazo agarró una media en muy buen sitio, lo que le valió el trofeo.
Por su parte, el extremeño Ambel Posada abrió plaza con un toro noble por el pitón derecho, consiguiendo muletazos de buen trazo. Cortó una oreja. Mucho más serio y complicado fue el cuarto, un animal que no se lo puso fácil a Ambel que hizo un gran esfuerzo hasta cortarle otra oreja de mérito.
El torero local José María Arenas sacó el máximo provecho a su primer ejemplar, toro al que faltó clase, pero con el que el albaceteño estuvo muy entregado, sin escatimar esfuerzo. A la hora de enterrar la espada fue volveteado sin consecuencias. Cortó dos orejas. El quinto lugar sorteó un gran toro al que se le pidió la vuelta al ruedo. El de Los Chospes fue muy bravo y se empleó mucho y por abajo por los dos pitones. Arenas volvió a mostrarse con muchas ganas, y aunque falló con los aceros de muerte, sus paisanos quisieron compensarle con el corte de otra oreja.
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