Corrida para lidiar y no para torear
Gran expectación había entre los aficionados que el día de hoy acudieron a la Real Maestranza de Sevilla, para ver la corrida de toros de extraordinarias hechuras de los Hijos de Celestino Cuadri. Con más de media entrada se presentó una terna de toreros que confeccionaron valor, entrega y pundonor en el albero.
Si bien fueron aplaudidos en su salida, el exceso de peso no permitió el adecuado desplazamiento de los de Cuadri para el beneficio del aficionado sevillano, que aprecia más el arte que el tonelaje. Antonio Barrera poco pudo hacer ante un primero que acometió pronto al caballo, inició doblándose con la muleta y logró solo sacar algunos derechazos de calidad, pero por el izquierdo como algunos de sus hermanos, no tragó mas y se quedó corto en sus embestidas, abrevió. En su segundo, un toro cornivuelto de 650 kilos, Barrera lo recibió con unas sabrosas verónicas rematadas con una media, con la muleta solo dejó ver el deseo de agradar al respetable que poco agradeció su empeño.
El leonés Javier Castaño, tras diez años de ausencia en el ruedo sevillano, confirmó el calificativo que se le dio en la temporada pasada, torero poderoso y de valor serio, imponente fue el primero de su lote, que fue bien picado por Fernando Sánchez que demostró que también se es torero picando, Castaño trazó con la muleta una faena de valor desmedido, toreando de frente por ambos pitones, arriesgando, poniéndose donde mas cerca no se podía, metió la espada al segundo viaje, tras un tercer descabello y escuchar un aviso, recibió una fuerte ovación al mérito de un torero de verdad.
El mas joven de la tarde Alberto Aguilar, se enfrentó al tercero que tras un tumbó al varilarguero, recibió un quite por chicuelinas rematadas con una media. Buen inició tuvo de faena por doblones a un toro por demás codicioso, una primera tanda por la derecha hizo sonar la tan añorada música de la Maestranza, por el izquierdo era muy complicado, retomó el madrileño la derecha para terminar la faena al toro de mayor transmisión de la tarde, se fue por derecho hasta los gavilanes, sin los efectos esperados, remató a Aldeano con el descabello y así recibir toro y torero una fuerte ovación. En el último de la tarde, un toro castaño, Aguilar se mostró tesonero y logró sacar al final de la lidia algunos muletazos de calidad. Al igual que sus alternantes se jugó la vida en todo momento, sueños de gloria se desvanecían en una tarde fría, al no obtener trofeo alguno.
enviado por Gabi FERRER
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