DIEGO SILVETI, GRAN FAENA EN AGUASCALIENTES‏

GRAN FAENA EN SU PRESENTACIÓN EN AGUASCALIENTES

Diego Silveti hizo su presentación esta tarde, 4 de mayo, en la importantísima Feria de San Marcos de Aguascalientes. 


Y lo hizo firmando una gran faena a su segundo toro, al que lamentablemente pinchó en dos ocasiones antes de agarrar la estocada definitiva, lo que le evitó cortar los máximos trofeos ya que su trasteo, profundo y muy rematado, caló con enorme fuerza en los tendidos. Con cerca de tres cuartos de entrada en los tendidos de la Monumental, en tarde desapacible por el viento y la lluvia, se lidiaron siete toros de San Isidro, el último un sobrero de regalo, de juego desigual. El resultado de los toreros fue el siguiente: El Pana, división y pitos; Sebastián Castella, silencio, ovación y ovación en el de regalo; y Diego Silveti, palmas y ovación.

Diego Silveti no tuvo ninguna suerte con el primero de su lote, un animal rajado que apenas tuvo muy pocos muletazos, por lo que la faena del joven diestro de dinastía no pudo tener ninguna brillantez. Lamentablemente fue así después de que Silveti brindara la muerte de este toro al maestro Miguel Espinosa "Armillita", que asistía a la corrida desde el calléjón. Todo cambió en el sexto, cuando Diego enfrentó un toro de mejor condición, aunque cuando comenzó su labor la lluvía comenzó a caer con más fuerza. Sin embargo, nada fue condicionante para que Silveti aprovechara al toro de principio a fin, en una faena maciza y muy bien rematada en el toreo fundamental. Silveti se sintió toreando a este último ejemplar, lo que caló en los tendidos. Sonó "Pelea de Gallos" y el público, que en ocasiones lanzó sombreros al ruedo, le jaleó con enorme fuerza su toreo en redondo y al natural. Cuando tenía en sus manos los máximos trofeos, dos pinchazos y una media estocada dejaron sin premio una de las mejores faenas del abono de San Marcos.

Diego Silveti estuvo acompañado por el mítico El Pana, quien curiosamente había compartido cartel con su abuelo, su padre y su tío. Por desgracia, el veterano torero, que toreó fisicamente diezmado, no tuvo una tarde de inspiración. Mucho más entregado estuvo toda la tarde el francés Sebastián Castella, primero con un toro de poca clase, con el que estuvo muy por encima. Luego, con el segundo de su lote, pudo haber cortado alguna oreja de no haber fallado con la espada, aunque la faena de Castella tuvo consistencia y llegó también mucho al público. Pidió el sobrero, de poco juego, con el que no pudo rematar la tarde.