SAN ISIDRO- 9ª del abono
Saldívar | Muriel Feiner
- Jorge Arturo Díaz Reyes
Negros, acarnerados de cara, escasos de muchas cosas pero sobretodo de fuerza y bravura, los de Bohórquez, que llegaron a última hora como emergentes del encierro de González rechazado, sosearon, tanto cuando embistieron con claridad como cuando se negaron. El sobrero de Encinagrande, compartió cualidades y defectos pero asomó un toque de genio. La mayoría fueron protestados de salida y más cuando mostraron su inestabilidad. La falta de raza opacó la nobleza de primero y el segundo.
Con la plaza casi llena y un sol esplendoroso, desfiló entre los dos españoles, ataviado de tabaco y oro, Arturo Saldivar, el primero de los ocho espadas mexicanos de la feria (cifra record). La simpatía del recibimiento fue ostensible. Apreciado aquí desde su digna confirmación en el San Isidro anterior, el de Teocaltiche, trató de corresponder buscando redondear el triunfo que entonces abortara con la espada...sigue leyendo burladero.com
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