- Alejandro Escárcega
Abrió el festejo Juan Pedro Moreno (rosa y oro) con Don Juan de la ganadería mexiquénse de Atenco, número 1, colorado ojinegro bragado y veleto con 400 kilos, lo veroniqueó embraguetándoselo y con la pañosa, muletazos de tanteo del tercio a los medios, hasta ser prendido al intentar darle un natural, engallado lo muleteó por alto y lo remató con un pase del desprecio para un cartel; nuevamente fue cogido, sin consecuencias que lamentar y lo muleteó de pitón a pitón, para terminar de pinchazo y estocada para escuchar aplausos.
Bajo la tormenta toreó al cuarto, Insurgente de la dehesa guanajuaténse de San Diego de los Padres, número 932, cárdeno obscuro y cornidelantero con 395 kilos, poco ó nada con el percal y con la muleta derechazos descalzo en una faena sobre el fango del albero de Insurgentes; pinchazo y estocada para escuchar silencio del empapado público que no aplaudió por estar sosteniendo su paraguas. El juez de plaza Don Jorge Ramos Sandoval, atinadamente suspendió el festejo al doblar éste novillo y estar inundado el ruedo y la lluvia no tenía para cuando cesar.
Orlando Mirafuentes de Anda (obispo y azabache) con Libertador de la ganadería michoacana de Coroneo, número 49, cárdeno claro bragado meano caribello y cornidelantero con 385 kilos, verónicas del tercio a los medios; llevó hacia el caballo por chicuelinas andantes y quitó por verónicas con una chicuelina entreverada. El banderillero Francisco Acosta "Paquíro", dejó dos pares de garapullos, eficaz y lucidamente. Comenzó su trasteo muleteril doblándose con el burel y derechazos sin confiarse y con la siniestra, naturales en una larga faena con ansias de novillero y culminada con una estocada caída para saludar en el tercio.
Paola San Román (obispo, oro y azabache) con Independiente, número 94 de la ganadería de Guanamé, cárdeno obscuro bragado y capacho con 390 kilos, al cual recibió con un farol de hinojos en tasblas y fue arrollada, enojada se levantó sin verse la ropa para veroniqueralo, cargando la suerte. En ese momento comenzó la lluvia y lo muleteó con derechazos, adornandose con molinetes y deletreados naturales en la querencia; al dar un derechazo fue trompicada, por lo cual volvió a la diestra y con la toledana, pinchazo, estocada y descabello para saludar en el tercio.
La Fiesta Brava, Valor, Técnica y Sentimiento
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