29 octubre 2012

EL PRÍNCIPE QUE QUIERE SER REY


foto Edmundo TOCA
  • Por Oscar Mejía.
En la vida para lograr lo que se desea se deben reunir, dirigidos a un objetivo ciertamente determinado, tres elementos: poder, saber y querer; no debe faltar ninguno cuando se emprende una misión como la que se ha encomendado Diego Silveti el mismo. 
Diego puede, Diego sabe y ayer  dio muestra  amplia de que quiere ser rey.

Diego se ha propuesto y esto queda cada día más claro alcanzar cuando menos las alturas del que en vida fuera el rey de la torería y también padre suyo. 
Está determinado a ocupar el trono que dejara vacío David.

La actuación de Silveti fue un generoso desparrame de torerismo, de torería en su concepto más puro, sin concesiones. 
Se ha pegado un arrimón impresionante, no se puede decir que fue lo que  puso de pié al tendido, si las gaoneras bellas de tan perfectas, la bernardinas  o esas saltilleras de alamares en los pitones.
Fue todo, fue una pieza toda de momentos brillantes que conquistó a la audiencia y con una gran sonrisa entró por la puerta del cariño al ánimo del aficionado a esta fiesta, que viendo al príncipe que quiere ser rey se justifica como la más bella.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a esta entrada