03 marzo 2013

Interesante de cara a Madrid / Veedor de toros, más allá de mirar.

“Exijo el máximo al ganadero, porque pagamos mucho más que el resto de las plazas"


Tomás Linares.   


Carlos Zúñiga en el centro.
[Fotografía EntreArtes]
Carlos Zúñiga participó recientemente en las tertulias de la Asociación el Toro de Madrid, que como es costumbre se desarrollan todos los jueves –de noviembre a marzo- a las ocho de la tarde en el conservatorio flamenco de Casa Patas.
Zúñiga, joven de 35 años, acudió en calidad de veedor de la plaza de toros más importante del mundo, Las Ventas del Espíritu Santo de Madrid. Su trabajo, dedicación y constancia le avalan como un veedor de referencia en la actualidad, por ello, que desde el público pusieran en duda su valía en paralelo a su edad, demuestra 
    tanto desconocimiento por la labor de joven vallisoletano como falta de respeto en los modos y formas en que fue expuesto el comentario. En torero y educado respondió Carlos Zúñiga “La edad no lo hace todo, sino la dedicación y la experiencia”.

    Carlos se muestra sincero al admitir que “Ante todo soy aficionado. Soy un amante del toro en su integridad, es una pasión. Mi padre me enseño y he sido muy autodidacta, me he dado muchos golpes. Aprendo todos los días, todos los días intento aprender algo nuevo y para ello me esfuerzo”.

    En muchas ocasiones el toro que sale al ruedo venteño no termina de gustar al público asistente, pero ¿Gustan todos los toros que salen al veedor? “Una cosa es mi gusto y otro el de la afición, ambos deben coincidir lo más posible”. “No todas las corridas que se lidian en Madrid son de mi gusto. A veces, llegas a embarcar y no hay más remedio que agarrarse a lo que queda en el campo. Por consiguiente, no siempre sale la corrida que a mí me gusta”.

    Conocido el tipo de toro que gusta en Madrid, ¿Cuál es el toro que gusta a Carlos Zúñiga?
    “Me gusta el toro serio, armónico, no el destartalado. Rematado, con trapío. Bien presentado”. “Cada plaza debe tener su tipo de toro. La palabra clave es trapío, que el toro imponga miedo, seriedad y respeto. Es lo que miro al reseñar toros para Madrid”. Su misión, su trabajo lo tiene bien definido “Velo porque salga el toro serio, íntegro y rematado. Que salga con fuerza y emoción, no con la embestida bobalicona”.  No obstante, Madrid es Madrid con sus condicionantes. Por ello, por muy bien que se busque “el toro de Madrid no es tan fácil que embista como en otros sitios”. Muy claro tiene también que  “El toro de Madrid debe salir como le parió la vaca y como Dios manda”. “No embarco ningún toro manipulado delante de mí, ni en mis manos”.

    El trabajo del veedor de la empresa en el campo es complicado, pero tiene claro su misión “Intentar defender al aficionado y a la empresa en el `ten con ten´ con las figuras”. Por un lado, sumar la visión de la empresa con la de la afición y hacer que se complemente con la visión de los veedores de los toreros. “La pelea en el campo es titánica, hay infinidad de intereses creados. Todo el mundo se juega mucho en Madrid. Me tengo que pelear con los veedores de las figuras, su criterio del toro de Madrid no es el mío”. Del mismo modo Carlos Zúñiga destaca como esto no es nada nuevo “La guerra con los veedores de los toreros ha existido siempre y existirá. Debemos de entender todos que en el término medio esta la virtud”. Entiende Zúñiga la posición y postura de los veedores de la figuras, pero también tiene claro el momento actual de la Fiesta de los Toros “Las figuras deben mentalizarse de la crítica situación actual y deben echar un toro serio”. La situación actual también le deja otra reflexión “Cada vez se preparan menos los toros en el campo”. La relación entre veedores es un tira y afloja por llegar al acuerdo de los toros que finalmente se embarcan teniendo claro que “El toro de la duda en el campo no pasa nunca el reconocimiento en la plaza”.

    Como no puede ser de otra manera, la primera plaza del mundo, tiene bien definido el proceso a seguir para los encierros que se lidiarán durante la temporada. Zúñiga expresa de manera breve y clara los pasos que siguen “En Octubre nos juntamos con el equipo de gerencia y se prepara un listado en base a como esta cada ganadería, esa lista base se va a verlas al campo. Siempre reseñamos cabeza de camada. Antes de Reyes nueva reuniónpara un segundo repaso con unas cincuenta corridas. Sobre el 9 de febrero sale la lista de ganaderías para la temporada”. A partir de ese momento, sobre la base, gustos, carteles, etc. Se planifica la temporada. 

    El proceso se caracteriza por ser un “Seguimiento exhaustivo y constante”. La empresa está al tanto mediante los informes de seguimiento que el veedor proporciona cada dos meses. En su papel de veedor de empresa Zúñiga destaca que “Exijo el máximo al ganadero, porque pagamos mucho más que el resto de las plazas. En Madrid se pagan bien las corridas”.

    Esa primera selección de ganaderías que sale en Octubre surge en función del seguimiento que se hace a las ganaderías durante la temporada “Hay que preocuparse de seguir la trayectoria de las ganaderías, reatas y demás”. Seguimiento al toro, el protagonista de la Fiesta pero sin olvidar que “El toro de Madrid es importantísimo pero las que llenan la plaza son las figuras”.

    Cuenta Zúñiga, como en el año en curso él mismo propuso algunas ganaderías a esa lista, fueron el caso de Hernández Pla, Miura y Alonso Moreno. Se admitieron a consideración y finalmente “Hernández Pla es casi fija en agosto. Es fácil y factible que así sea. Son los últimos animales que quedan con el emblemático hierro de la H, por ello se ha tenido especial intención e interés para que puedan despedirse de Madrid”. Sobre Alonso Moreno“Está muy desigual el encierro, no salía. Un novillo para la concurso en Septiembre es seguro. Hemos hablado que puedan lidiarse como sobreros para dar cabida al encaste Urcola durante la temporada o dejar los de este año con los del siguiente para tener un encierro con garantía para la temporada 2014”. Miura es cosa distinta“La última vez que lidiaron en Madrid pasaron solo cuatro y no salieron buenos. No hay entendimiento por ahora, al ganadero tampoco le quita el sueño no venir a Madrid”.

    Reconoce Carlos, como en ocasiones en ganaderías con camadas cortas “A veces me toca ser el malo de la peli y no anunciar corridas que solo tengan 7 u 8 toros para Madrid”.

    Otro condicionante a tener en cuenta en la planificación de la temporada venteña es el año ganadero. “Tenemos meses críticos, marzo-abril para sacar novilladas por el año ganadero. Agosto y septiembre también es complicado”. Esto sin olvidar como dice Zúñiga que “No hay tantos toros preparados para Madrid como la gente cree, y de aquí en adelante será más difícil”. El epicentro de la temporada madrileña lo destaca también el vallisoletano “El mes de mayo en Madrid es muy conflictivo. Dar gusto a todo el mundo es muy difícil”.

    El complicado entramado de Madrid hace que “Muchísimos toros lidiados en Pamplona y Bilbao son toros que no han pasado en Madrid. El toro cambia mucho de mayo a julio. La comida hace mucho, pero el calor y el sol dan al toro la seriedad y los rizos”.

    6 Cuestiones 6, para terminar:

    Sobre el mayoral de Las Ventas: “Florito es un tío sabio, conoce el toro de Madrid mejor que nadie”.
    Desigualdad en la presentación de las corridas: “Han salido corridas muy serias y bien presentadas y seguirán saliendo”.
    ¿Conoce la lista negra de ganaderías de la Asociación El Toro de Madrid?: “La lista negra es muy amplia”.
    La diversidad de encastes: “16 encastes se han lidiado en Madrid la pasada temporada”. “En septiembre habrá un nuevo Ciclo de novilladas de encastes minoritarios”.
    La disparidad en el criterio de sobreros que salen por los chiqueros de Las Ventas: “Los sobreros no son saldos, viene el que quiere venir. No se puede obligar a nadie. No gusta venir de sobreros, vienen quien tiene que darse a conocer o tiene algún toro suelto que descabalga la camada. Hemos comprado sobreros que han terminado en las calles”.
    Sobre el tendido 7: “La exigencia del 7 quita el sueño a todos”.

    Muy entretenido coloquio con Carlos Zúñiga, que sabe de toros para aburrir al más majo. Que a nadie le quepa duda.

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