- por Oscar MEJÍA
Con propósitos profesionales hace algunos años tuve oportunidad de conocer Sonora. Lugares muy interesantes todos, mucho por su tierra pero más por la gente, para empezar muy luchona, con gran empuje pá todo: Hermosillo, Obregón, Empalme, Guaymas y otros.
Lógico busqué por allá al toro y corridas de toros no encontré, pero lo que sí encontré fue rodeos tipo gringo.
Sin pretender establecer punto de comparación entre una y otra actividad: corridas y rodeos, por ser actividades diferentes en todo; excepto en que participan de manera central reses, aunque mansos en los rodeos y bravos en las corridas siendo ésta la gran diferencia, se puede observar que...
El trato y mal trato que se les infringe a los mansos en comparación con los bravos es mayor, mucho más extenso y prolongado. Siendo así, usando sus propios términos, cruel, uno de los espectáculos favoritos de los sonorenses junto con el beis.
Un grupúsculo de diputados y no se quien más, que dicen defender a los animales logró que prohibieran la presentación de corridas de toros en un lugar, el gran estado de Sonora, donde casi nunca las hay, por lo tanto no las conocen.
Presento algunos de los adminículos usados para incitar a las reses de rodeo.
Definir crueldad en estos casos resulta indispensable. Remato en los medios.
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