DEFIENDEN SU FIESTA
- las fotos son de Jessika Khun.
Los grupos taurinos, asociaciones, peñas, aficionados, matadores, forcados, novilleros, monosabios, empresarios y artistas, se dieron cita en el Barrio del Artista para celebrar la “Primera Romería en Puebla”, misma que tuvo como padrino de lujo al arqueólogo Eduardo Merlo quien, después del corte simbólico de listón, reflexionó sobre la importancia cultural e histórica de las corridas de toros en la Angelopolis y reprobó los intentos de algunos regidores de querer prohibirlas puesto que es un derecho de un sector social.
Como parte de una serie de actividades que se han emprendido en la capital del estado para defender la tauromaquia, los taurinos y público en general, pudieron convivir de cerca con pintores encabezados por Alejandro Estrada quien gestionó las facilidades para la realización de tan importante evento; así como guitarristas de flamenco, desde alumnos destacados de la UPAEP hasta hombres de probada trayectoria como Héctor Talavera quien se hizo acompañar en el cante por su distinguida esposa Pilar al acceder a compartir su voz ante la petición de los asistentes. No podía faltar desde luego la comida española, paella elaborada por el matador de toros Ernesto Belmont y la fotógrafa Jessika Khun.
La clase pública estuvo a cargo de los alumnos de la escuela taurina de Huamantla “El maletilla”, quienes prestaron capotes y muletas a los asistentes para que conocieran de cerca las únicas armas de los toreros. El matador de toros poblano Jesús Luján, conocido como “El león de Puebla” practicó el toreo de salón apoyado por el novillero hidalguense avecindado en Puebla René García mientras que los “Forcados Amadores de Puebla” explicaron con lujo de detalle desde la vestimenta hasta la técnica empleada para realizar las “pegas” que consiste en inmovilizar al toro sin otra herramienta más que la fuerza y la inteligencia.
Se formó un ruedo simulado con los caballetes y pinturas (todas con motivos taurinos), elaboradas por los integrantes del barrio del artista, se repartió vino tinto como parte de la muestra gastronómica heredada de la madre patria y se permitió a los asistentes que conocieran de cerca los vestidos de luces que exhibió el sastre de toreros poblano Martín Flores. Para rematar, declamaciones interpretadas por los matadores Manolo Ureña “El Indultado” y Ernesto Belmont así como por el público aficionado que también mostró sus cualidades histriónicas. Este evento tuvo como maestro de ceremonias al aficionado practico Luis Miguel Martínez.
- por Ernesto BELMONT
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