24 octubre 2013

LA MÉXICO PRIMERA CORRIDA / un cartel de media plaza…cuando mucho

  • Por Oscar MEJÍA
    Saldivar

Lejos, muy lejos en las profundidades del calendario han quedado aquellos llenos a reventar en las corridas de inauguración de temporada en la más grande plaza del mundo. Cuando el reloj profusamente acompañado presidía los tendidos todos: barreras, numerados y generales con pasillos y escaleras intransitables, repletos de voces jubilosas, estruendosas, que al conjuro de la fiesta, la más hermosa, la plena de valores se congregaban abigarradas en democrática asamblea para participar en la celebración del mágico rito de la tauromaquia. Lejos en los recuerdos han quedado esas tardes luminosas de toros.

Probada su ineficacia empresarial y cero taurinismo, Herrerías presenta para abrir el serial, que anuncia con formato de feria sin serlo, un cartel sin pies ni cabeza: se programa a un peninsular superficial, sin sustancia, inflado engañabobos, además de feo y sin gracia, impuesto a fuerzas  para tratar de quedar bien con los chones a media asta con una reciprocidad que sabemos inexistente, Talavante como base del cartel inaugural, hágame usté el re canijo plis; solo falta que a la hora de sortear los de Barralva la mano negra reluzca como suele suceder.  

Para no agobiar al feíto le ponen un primer espada, José Mauricio, ya no tan joven, ya no tan nuevo de alternativa y de cualidades notables, cuya trayectoria ha navegado en un mar de indefiniciones mal dirigido, de muestra un botón: a vistas de su participación en la temporada mexicana recientemente viajó a España para ponerse con el toro ¿español?...bueno. 

Completa quien a mi parecer es una de las piezas de mayor valor en el tablero nacional, Arturo Saldivar, que a pronto ha de dar el campanazo que haga justicia a sus grandes posibilidades, esperando, deseando que ya sea debidamente aprovechado para valorar a la torería nacional. 
  
Sin merecerlo, a la fiesta brava mexicana le cayó la maldición de un títere y un titiritero, que ya a lo largo de más de 2 décadas han convertido a la catedral mundial del toreo en un local cuando bien nos va de medias plazas , aunque los jilgueros micrófono en mano pregonen entradones cuando escasamente se ocupa el numerado.

Remato en los medios…



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a esta entrada