- Por Jaime Silva Gutiérrez
El próximo miércoles 13 a las siete de la tarde en la
Parroquia de La Medalla Milagrosa, calle Miguel Negrete 2107, colonia Bellavista,
habrá de celebrarse una Misa a la memoria del recientemente desaparecido José
Luis Moreno Campos, hermano que fuera del matador de toros Antonio Campos el de
“El Imposible”, Carlos Moreno su verdadero nombre, de muy grata memoria ambos.
Como dimos a conocer oportunamente, José Luis falleció a las
primeras horas del día dos de este mes y fue sepultado el domingo pasado en el
panteón Valle de Los Ángeles. Esperamos la presencia de los grupos taurinos en
la citada Eucaristía.
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La acostumbrada falta de comunicación de los taurinos
locales, nos impide informar del resultado de festejos anunciados con la
participación de elementos poblanos, como lo fueron el festival nocturno de
Teziutlán el martes pasado y la novillada de ayer en Huamantla, pues ni
toreros, familiares o apoderados, si es que lo tienen, se preocupan de
comunicar los resultados. Y no acostumbro “fusilar” los que otros dicen.
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Por cierto que éstas columnillas también se pueden ver en el
Diario Digital Presencia en Puebla (WWW.presenciaenpuebla.com.mx) por cortesía de la periodista Rocío
de la Mora, así como en el del buen amigo Oscar Mejía
(www.oscarmejiaenlosmedios.com), de Puebla
y en el de Aguascalientes de Pedro Julio Jiménez Villaseñor (www.noticierotaurino.com.mx), lo que agradecemos a tan importantes periodistas
taurinos.
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José
Avendaño, “Pueblita”, fue un valiente torero poblano que después de recorrer la
legua en poblados de la entidad, en sus inicios, fue luego importante
protagonista en los ruedos de Oaxaca y Chiapas y de un caso de esos raros en el
desaparecido “Toreo de Puebla”: Siendo gobernador del Estado el General
Maximino Ávila Camacho, cada 23 de agosto lo festejaba, entre otras cosas, con
un festival taurino.
Como la entrada era gratuita y participaban los más
destacados toreros del momento, los llenos eran impresionantes y mucha gente se
quedaba fuera de la plaza, que sobrepasaba el cupo natural. En el último de la
vida del para entonces ya exgobernador, en el que participaron entre otros los
diestros Juan Silveti, Pepe Ortiz, Fermín Espinosa “Armillita” Silverio Pérez,
Luis Briones y la torera María Cobian “La Serranita”, cayeron muchos espontáneos
desde que salió el primer novillo.
Cuando toreaba el “compadre” Silverio, cayó un jovencito con
su desteñida y remendada muleta, de inmediato corrió el rumor entre el público:
“El Pueblita, es el “Pueblita”, en tanto el novillero daba los primeros muletazos.
El torero en turno en cuanto fue posible le llamó, le entregó su muleta y
espada cediéndole la lidia del novillo y… no vea usted que pases con la
derecha, con que profundidad, clase y torerísmo corrió la mano, enloqueciendo a
la multitud que colmaba los tendidos.
Antes de ello, don Silverio Pérez ya había toreado con la
derecha como era su estilo. Pero los muletazos de Avendaño no desmerecieron
nada junto a los del “Faraón de Texcoco”. Pero pinchó y Silverio solicitó sus tratos y finiquitó al novillo. Pero lo
hecho por el “Pueblita”, ahí quedó.
Este día lo recordamos al cumplirse el segundo aniversario de
su deceso.
Y… ¡suerte!
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