16 octubre 2014

Ceguera y Locura...

Ceguera y Locura...


  • Por Leopoldo Peña del Bosque
Un ciego lloraba un día porque un espejo quería,
Un loco también gemía...
¿Y para que codiciar, si ciego no lo vería? 
¡Porque  el espejo quería, para ver si con este veía!


Al lado un ido gemía por falta de la razón,

¿Y para que la quería, si diferenciar no podía?

¡Porque el juicio quería, para ver si de ahí se evadía!

¡Luego loco no del todo hasta el ciego lo intuía!

Y les dieron sus apetitos, para ver si serenaban,

Pero ni el ciego veía, ni el loco se componía,

 se cruzaron regalos para ver si así sanaban,

¡Y sí, el ciego tornóse en mudo, y el loco desternillaba!

Pero  ni el ciego veía,  ni el loco se conocía.
Y al ver tales prodigios, regocijo en sus doctores,

Ahora el loco gemía cuando el espejo perdía,

Y el ciego presto veía que nunca cuerdo sería.
¡Milagro!, dijo el hijo del empresario taurino,

Y al padre se llevó para ajustar a los toreros,

Y con el ciego cargó para que comprase  las reses,

Y el loco apalabró novilleros como primeros espadas,

Y el ciego llevó añojos gordos por toros,

Y aquello fue sinfonía, adulaban al empresario,

Unos cuantos turistas  estaban en los tendidos.

El loco era muy licenciado, y el ciego muy descarado,

Creían saber al dedillo los secretos de hacer dinero.

Y así al rato volvieron al lugar de donde vinieron.

Un ciego lloraba un día, porque un espejo quería,

Un loco también gemía, porque de toros nada sabía.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Tus comentarios a esta entrada