- Por Oscar MEJÍA
No esperábamos más, ya
había quedado demostrado que la capacidad taurina del reincidente Viezcas no le
da para cuando menos tener un plan que esté de acuerdo a la plaza y al público
poblano. Tres cartelitos de relumbrón sin pies ni cabeza anuncia, que analizarlos
es perder el tiempo, seguramente sin pensar en el bienestar de la fiesta, en
particular la poblana. La verdad es que no se esperaba nada más de este señor.
Lo que da grima es que
este cuate se llena la boca anunciando el final de El Relicario, ¿a nombre de quien
dicta sentencia a la única plaza de toros que ha tenido Puebla en los últimos
treinta años?
Plaza que vio pasar a lo
mejor y a lo más humilde de la torería y hierros, que se reconoció como modelo
de operación en el mundo taurino. Esto cuando estuvo en manos de éste sí verdadero
empresario taurino José Ángel López Lima.
Antes de que un puñado de sátrapas
depredadores taurinos, empresarios de chisguete, entre los que se cuenta a éste,
con parche en el ojo y pata de palo y funcionarios de gobierno taurinamente imbéciles,
destruyera lo que se construyó con amor a la fiesta y a Puebla. Obviamente esto es algo que ignora Viezcas.
Pero mientras El Relicario esté
en pié tendremos plaza de toros en Puebla, (ha quedado claro que lo que quiere levantar Gilio es un centro de espectáculos no plaza de toros) y no es un
aventurero con billetes quien venga a decirnos que la vida taurina en esta ciudad
está en etapa terminal.
Mientras esté ahí El
Relicario tendremos plaza de toros en Puebla.
...remato enlosmedios
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