12 abril 2015

Rincón Taurino / Recordando a Juan Belmonte

RINCON  TAURINO   ABRIL  9 de 2015



“Recordando a Juan Belmonte”
  •  Por: Antonio Casanueva

Este 8 de se abril se habrán cumplido 53 años del fallecimiento,  provocado por si mismo, del llamado “Pasmo de Triana” el sevillano Juan Belmonte, a quien este medio desea hacer una vez mas un sentido homenaje, en recuerdo tanto de sus grandes triunfos, como de lo mucho que representa para la historia  del toreo. 

Belmonte,  nació en el centro del mismísimo barrio de Triana, allá en Sevilla, en la calle de Feria num. 72, el 14 de abril de  1892,   bautizado en la iglesia parroquial del lugar que se encontraba ubicada a la par de la casa en que nació ; la parroquia de Omnium Santuoru.

Su inicio en las actividades taurinas,  todavía un niño,   en un terreno cercano a la casa del quien fuera igualmente famoso matador andaluz de aquella tan lejana época, llamado Cara-ancha.

Volviendo a nuestro inolvidable personaje, Belmonte actuó por primera vez vestido de luces en Portugal, en el poblado de Elvas  el 20 de mayo de 1909.   Mató  su primer novillo en la placita sevillana de El Arahal, en un 24 de julio pero del año inmediato posterior.   Para debutar ya con la debida jerarquía, en La Real Maestranza de Sevilla, sin caballos,  en agosto del mismo año, alternando con “Bombita IV” y “Pilín”.  Posteriormente,  dos años mas tarde debuta   formalmente con las cuadrillas completas por los varilargueros, en una novillada de  la Hermandad de San Bernardo,  actuando con  “Larita” y Francisco Posada, con  novillos  de El Duque de Tovar.   Una tarde inolvidable en que Juan Belmonte, salió  a hombros de una muchedumbre entusiasmada, que lo condujo hasta las puertas de su domicilio.


Dicho triunfo  lo condujo a ser reconocido públicamente.   Terminó  aquella temporada con mas de 20 actuaciones en el  primer año de realización profesional como toreo.

Su debut en Madrid,  en la desaparecida plaza de la carretera de Aragón el 26 de marzo de 1913,  una tarde en que alternó con Curro Posada, reiterando ese triunfo con otro mayor, el 11 de abril siguiente en la misma plaza, mismo que sirviera para conquistar aquel público de una vez por todas.    El público de Madrid lo acompañó  fiel por el resto de su carrera. Tomó la alternativa ahí mismo el 16 de octubre  siguiente siendo su padrino  el igualmente grande “Machaquito”.

Con el correr de los años y a partir de 1915, estableció una ceñida competencia con quien fuera su pareja y gran competidor al través  de su carrera:  el gran torero “Joselito”  El Gallo, obteniendo el gran triunfo de su carrera con la corrida de Miura, en el coso sevillano.  A  lo largo de las carreras de Joselito y Belmonte  realizaron cuatro inolvidables manos a manos, dos de los cuales celebrados  en el coso sevillano  y   los dos restantes  a plaza llena en Madrid.

 1917 fue  la temporada mas brillante de su carrera, actuando en la misma, durante 97 tardes y viajando  a América, para actuar en el coso de Lima en Perú en donde se presentó durante 12 ocasiones.  Al año siguiente fueron 60 las tardes toreadas y así sucesivamente hasta que en 1922 se anunció su primera despedida, seguramente causada por el fallecimiento de  “Joselito”    que habría ocurrido el año anterior  en Talavera de la Reyna durante una funesta corrida.

No obstante, reapareció en los ruedos durante la temporada de 1924, incluso actuando  como rejoneador, hasta que  un  toro  de Pérez Tabernero  le propinara una grave lesión que lo mantuviera inactivo por mas de dos meses.  Reaparece  al año siguiente con  la ropa de torear, actuando en 19 tardes,  además de un festival caritativo, lo que le colocara nuevamente al frente de la torería, para mantenerse de tal manera por las siguientes temporadas hasta 1934, en ocasión de la fastuosa inauguración del coso madrileño de Las Ventas, en tarde donde obtuvo un memorable triunfo, cortándole el rabo a un excepcional toro.

Sin duda alguna para aquellos tiempos,   el toreo Inolvidable de Juan Belmonte supuso una revolución total de las reglas del   maravilloso arte,  que gracias a su increíble intuición y espectacular valor, iría evolucionando tan favorablemente como es conocido hoy en día,  empleando el engaño perfectamente plano para hacer el cite y vaciando la embestida del animal en semi círculo. Así nació tal y como es conocido hoy en día, el concepto de “Parar, Templar y Mandar”   o sea los conocidos conceptos de toreo actual,  que fueran interpretados y realizados  por Belmonte, como nadie.

Además de sus actividades como rejoneador, en las que se  empleó mayormente durante la guerra civil española, pero mas bien llevado por una simple y sencilla afición, dedicó su mayor tiempo a la ganadería, convirtiéndose en creador de reses bravas, en Utrera,  Sevilla , en donde tal y como se dice al principio de este relato, se cortara la vida de un balazo de su propia pistola, el 8 de abril de 1962, al sentirse  despreciado por el amor de la bella rejoneadora colombiana Amina Asís.

Descanse en paz, Juan Belmonte “El Pasmo de Triana”, quien al margen de su valor, dejara tan importante legado y quien -sin duda- fuera el mayor y mas grande de los toreros que en el mundo, han sido.

ANTONIO  CASANUEVA

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