Para quienes están
siguiendo la bitácora de los homenajes al máximo exponente del sentimiento y la
popularidad torera a la mexicana, que lo
fue 'El Compadre' Silverio Pérez, se les informa que hace unos días en el
albero comercial del Palacio de Hierro
donde estuvo la Plaza del Toreo de la Condesa, quedo debidamente formalizada la
elaboración, colocación y proyecto de logística de la develación de la placa
conmemorativa con la que se recordarán las hazañas y subrayadamente la faena de
'Tanguito', la cual será elaborada en bronce macizo y su develación correrá a cargo del empresario más importante de este país Don
Alberto Bailléres, ahora al alimón con la familia del maestro, a darnos a la
tarea de elaborar la lista de invitados en la que tendrán que estar quienes
deban de estar en barreras V.I.P. y desde ahora la idea de que forme parte del
programa la interpretación del famoso pasodoble que en ese sitio fue inspirado
el 31 de enero de 1943.
En estos tiempos en que la casaca verde de los
representantes de la patada nacional está verdaderamente ídem al grado que el
'piojoso' globo de Cantoya alias Miguel Herrera, quién se encarga de
descarrilar a los otros insectos que avienta a la grama, disfrazados o más bien
forrados de chiles pasillas, con ese uniforme prieto como el valemadrismo
mercadológico del tricolor de zapatos rosas, dio enorme gusto que un
compatriota diera el pecho y portara orgullosamente la casaca verde de la otrora
Selección Nacional, que ocurrió en la
feria colorada y blanca de Pamplona, lo cual vuelve tricolor el gusto de haber sido testigo del par de cojones con los
que el machote y taurinote Emilio Méndez, les planto cara a los torazos del
encierro de Fuente Ymbro, que apenas se corrió, la escena ya le dio televisivamente
y fotográficamente la vuelta al orbe terrestre y en la cual se aprecia el
instante en que el toro en su natural tropel, apresura el tranco prácticamente
al hilo de la pared y en ese segundo le pone al corredor Méndez uno de los
cuernos españoles, es decir un puñal,y no chingaderas como usted comprenderá sobre
la casaca verde y por cuestión de milagrería el diamante del pitón se desliza
por el contorno del pecho azteca de este hombre valeroso, extremoso, al cual
simultáneamente el burel con su más de media tonelada de corpulencia lo va
tatuando sobre la barda que pudo haber sido mortuoria, Emilio, como debe de ser
en la torería, al día siguiente volvió a las correrías y todo esto es digno de resaltarse, sobretodo porque en este
galimatías de los medios de comunicación, tienen mucho más valía quienes como
el jerarca de Suerte Matador, gracias a su pasión cubre los eventos nacional e
internacional, con pleno conocimiento de lo que se trata esta fiesta, que en
algunas partes sigue siendo brava como en Pamplona, hasta donde este gallo fue
a revalidar credenciales de credibilidad en lo real que es el toro y en lo
profesional que es la información, la cual para muchos sin que ellos lo sepan es
irreal como lo es el hecho de creerse
comunicadores, título que no lo da una acreditación blandengue, ni unas
letritas planas, ni una vocecilla sin sonido, ¡no! la categoría la dan los
medios donde lo publican a uno, las editoriales, las casas productoras, pero sobre todo los miles y miles de lectores que se ocupen
de uno, porque sin ello no se pasará de ser un amateur en el mejor de los casos, por ello es que a
Emilio Méndez se le debe de reconocer como uno de los más relevantes taurinos
profesionales, corredor de toros, torero de festivales, comunicador, fotógrafo,
expositor, director de medios, publicista,
todo esto a nivel mundial¿así de claro? o ¿quedo alguna duda de la valía
de este personaje?.
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