PUEBLA / La columna de EL CHATO SILVA

LA FAMILIA TAURINA….

• Jaime  Silva Gutiérrez

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     La familia taurina está siendo invitada, como siempre por el entusiasta Paco Ortega, para la celebración Eucarística que habrá de llevarse a cabo el próximo martes diecinueve a las siete de la tarde- noche, en el templo de San Sebastián Mártir, 5 poniente y 17 sur, para conmemorar el tercer aniversario de la entronización en la capilla de San Diego de Alcalá, de las imágenes de Jesús del Gran Poder y de Nuestra Señora de La Esperanza, “Vírgen de la Macarena”.

     Y al decir “la familia taurina”, no nos referimos “exclusivamente” a los que desde la mitad del Siglo pasado han apoyado con su fervor y presencia en todos los actos religiosos, taurinos y sociales, que en honor  de la patrona de los toreros y taurinos de todo el mundo, la “Vírgen de La Macarena”, se han efectuado, de los cuales ya quedan muy pocos en éste mundo.

     La familia taurina, hoy en día, la integran todos los que crían toros de lidia, lo que torean, los periodistas de esa fuente, los médicos, los monosabios, peñas taurinas, aficionados prácticos y de tendido, y para que le sigo, si también los “villamelones” formamos parte de ella, católicos o no, que esa Santa Madre no tiene diferencias.

     Ojalá y los amigos periodistas que reciban ésta información la hagan llegar a sus lectores o radioescuchas y acudan en número crecido a dicha conmemoración.

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     Luto en la familia taurina de Puebla por la desaparición física al inicio de la semana, de dos personas relacionadas con el medio: la señora Ana María Segura, que fue esposa del taurino Alberto Fernández de Lara, que actuaba de novillero como Alberto Lara “Serranito” y sobrina del que fuera banderillero en la primeras décadas del pasado siglo don Ismaél Segura.

     También del señor Hugo Carreón, muy aficionado a la fiesta brava y padre del joven del mismo nombre que fue novillero hasta hace pocos años y que después de cortar una oreja en la plaza “El Relicario”, se alejó de los ruedos. Que ambos descansen en Paz.

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     Agradecemos el obsequio de interesante calendario que recibí del amigo Agustín Vega Silva, en donde incluye fotografías de su señor padre. Don Agustín Vega Tejeda, popular banderillero profesional, conmemorativo del aniversario de su fallecimiento.

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Muchas gracias a los amigos que se atreven a leer éstas líneas, en especial a los que desde otras entidades nos favorecen con ello: un saludo muy afectuoso a los amigos de Aguascalientes, San Luis Potosí, León y Distrito Federal.

Y  …..  ¡Suerte!

JUAN LORANCA, PRECURSOR DE ARTESANIA TAURINA, II.

• Jaime Silva Gutiérrez.

JUAN LORANCA.

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     Gran amigo del entonces novillero principiante, José Silva, mi hermano mayor, entre ambos “desaparecieron” del ropero de mi madre, un corte de razo azul cielo, muy fino, para hacer un terno    “azul y oro “, aunque de oro no tenía nada, pues lo adornaron con cuadrícula de paño en color amarillento parecido al áureo metal, que pronto fue estrenado por José, traje que además de ligero tenía “plaza “.

     En otra ocasión, también del ropero de mi madre, “desapareció “ una prenda de terciopelo café, la cual volví a ver a las pocas semanas convertida en “ cabeza de toro “, de hilo forrada con aquel terciopelo, y que “ Juanillo “ me obsequió, la cual conservé muchos años.

     Por  la cercanía de su domicilio con las plazas de toros de El Toreo de Cuatro Caminos y la de San Bartolo Naucalpan, inició la venta de las cabezas de toros, ya de otro material, capotitos y monteras para los niños, trajecitos de luces, popularizándose sus creaciones al grado de que un matador de toros- Manuel Jiménez “Chicuelín”- en sus frecuentes viajes a la América del Sur, llevaba buen número de ellas. Pronto muchos artesanos siguieron su ejemplo y hoy en día, previo a toda corrida de toros o novilladas encontramos la venta de diversas artesanías.

     Sigo pensando que Juan Loranca es uno de los precursores del rumbo, aunque por el norte, el centro y el bajío debe haber otros, pues la capacidad y el interés por todo tipo de trabajo artesanal entre los mexicanos es  muy importante. Pero “Juanillo”, tiene un lugar destacado entre ellos.

     A su fallecimiento y con el de su esposa y su hija mayor, no quedaron a sus familiares recuerdos del trabajo que hacía Juan, pero recientemente en visita que hiciera su hija Aurora al Museo Taurino de Huamantla, encontró allí una de esas hermosas cabezas de toro de hilo, a las que las manos maravillosas de Loranca dieran forma increíble, que no es lo mismo a quien da forma con barro, plastilina u otros materiales. Tal vez entre los buenos aficionados conserven alguna y que sea por mucho tiempo que ya no volverá a haberlas.

     De su hijo Ponciano, al que puso ese nombre en memoria del gran torero mexicano del Siglo antepasado, sólo puedo decir que apuntaba el cante y después de haber toreado un buen número de novilladas, entre otras en plazas de San Bartolo Naucalpan, Santa María Tecajete, Tianguitengo, Tepexi del Río en el Estado de Hidalgo y dos veces en la plaza  “ La Aurora ” cercana al Distrito Federal, sin haberse dado a conocer en su tierra natal, Puebla, cambió de rumbo y se alejó por completo del toreo.

Y …..¡Suerte!