Tarde de sorpresas en la Nuevo Progreso.

Paola Sanromán

EL INFORMADOR

Una vez más la empresa Espectáculos Taurinos de México lo vuelve a hacer

GUADALAJARA, JALISCO.- Una vez más la empresa Espectáculos Taurinos de México lo vuelve a hacer. Un destacable esfuerzo por dar a los chavales una oportunidad para mostrar sus cualidades; un trabajo conjunto tanto de la empresa de la Nuevo Progreso, como de ganaderos, cuadrillas y del gobierno municipal, que vaya que sí ha dejado sorprendentes resultados.

Niños toreros alumnos de diferentes escuelas taurinas del país fueron los que formaron el cartel del día de ayer para el festival celebrado en el coso de la colonia Monumental, ellos lidiaron ocho erales donados por diferentes ganaderías, con el afán de ir abriendo oportunidades a los chavales que anhelan ser alguien en la fiesta de los toros.

Todos y cada uno de los alternantes plasmaron su sentir y su quehacer taurino, y… México tiene toreros. Destacó la actuación de Fernando Gómez, alumno de la Academia Municipal Taurina de Guadalajara, quien tras enfrentarse a un ejemplar de muy difíciles condiciones, logró pegar templaditos muletazos que le fueron jaleados por el público.

Una tarde de contrastes, pero también de muchas esperanzas. Sobresale la actuación de tres niñas toreras, cuyas cualidades para ejecutar el toreo han quedado más que plasmadas.
Hablamos de Lulú de la Vega, Mari Paz Torres y Paola Sanromán, ésta última con unas facultades muy, pero muy destacables para pintar el toreo. Paola resultó la triunfadora tras cortar dos orejas al ejemplar que cerró plaza, que inicialmente correspondía a Michelito Lagravere, quien al principio de su faena sufrió un severo achuchón que le impidió volver al ruedo, por ende, fue Paola quien lidiara al mejor novillo de la tarde, que terminó por romper, y aprovechando sus cualidades, la de Juriquilla le ha cuajado una faena de ensueño, que le valió las dos apéndices.

Por su parte, Sebastián Palomo, quien fue el ganador en la categoría de la usanza portuguesa, vaya calidad torera que ha mostrado. Mucho oficio de este chaval, que a su corta edad, y enfrentándose a un burel que, por cierto, media un poco más que él, le cuajó una faena de muleta que dejó en la afición tapatía un grato sabor de boca y muchas, pero muchas ganas de volver a verle.

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