Omar Villaseñor así, con decisión se matan los toros...
PLAZA MÉXICO
JUAN ANTONIO DE LABRA
México D.F (México) La inauguración de la Temporada Grande 2008-2009 de la Plaza México no estuvo tan desangelada como se presagiaba luego de la ausencia en el elenco de figuras internacionales. Quizá esa inercia de la costumbre, al tratarse del primer festejo del ciclo, acarreó a los tendidos de la monumental a unos nueve mil espectadores, una cifra nada despreciable no obstante el poco fuste del cartel. Y la buena voluntad del público terminó premiando el esfuerzo del rejoneador Gastón Santos y Omar Villaseñor, que cortaron sendas orejas entre algunas protestas, circunstancia que supone buenos augurios para el resto de la campaña.
La corrida de La Soledad no dio demasiadas opciones a dos matadores que viven momentos diametralmente opuestos: Alfredo Lomelí esperaba un milagro; Villaseñor era consciente de la importancia de triunfar. Al final, la firmeza del michoacano se impuso al único toro potable del encierro y fue así como cortó un apéndice tras realizar una faena entonada que rubricó con una excelente estocada. Al tercero le cuajó un ajustadísimo quite por gaoneras, y más tarde hizo un trasteo que vino a menos a la par que aumentó la sosería del ejemplar tlaxcalteca.
Hacía un par de años de años que Alfredo Lomelí no se enfundaba una taleguilla, y aunque se trata de un profesional que conoce bien el oficio, se le notó sin el sitio suficiente para haber redondeado el trasteo a su primero, un toro incierto que embestía despacito, mirando mucho al torero. Es verdad que ejecutó redondos con temple y suavidad, pero no fue suficiente para arrancarle la oreja. Cabe agradecer la actitud del público, que miró con buenos ojos al tapatío que, por su parte, no se acopló al quinto en una faena carente de estructura.
Más que merecida era la presencia del caballista potosino en esta fecha, pues fue uno de los triunfadores del año pasado. Y a pesar de que enfrentó un lote muy complicado, sacó a relucir diversos recursos y lidió con entereza a ambos ejemplares. Sus mejores momentos los consiguió montando a “Tenorio”, un tordo lusitano que emociona a la gente con sus balotadas, unos espectaculares saltos previos a clavar banderillas.
El toro que abrió plaza no fue fácil porque se acobardó en tablas. Gastón se vio obligado a pisarle el terreno y exponer los caballos sin importar el mal estado del piso debido a la fuerte lluvia que cayó la víspera.
El cuarto toro era emotivo y violento. En un desenfrenado arreón hirió a “Ovidio” durante el recibo, un desagradable percance que causó molestia en la gente. Gastón se afanó en demostrar que aquello había sido sólo un accidente, y sacó la casta para clavar banderillas de mucha exposición montando a “Umbroso”, un corcel muy torero. Mató de un rejón un tanto contrario que hizo doblar pronto al de La Soledad y recibió una oreja que fue protestada, sobre todo por aquel sector del público que no pudo olvidar la aparatosa cornada que sufrió “Ovidio”.
Primera corrida de la Temporada Grande. Unas 9 mil personas en tarde espléndida. Cinco toros de La Soledad y uno de Puerta Grande (1º), disparejos en hechuras y descastados en su conjunto. Destaco el 6º por su nobleza. El rejoneador Gastón Santos, ovación y oreja con protestas. Alfredo Lomelí, ovación y silencio. Omar Villaseñor, ovación tras aviso y oreja con algunas protestas. Al finalizar la lidia del 5º se despidió el banderillero Jorge Kingston, después de 30 años como profesional. El sobresaliente del rejoneador, Rafael de Alba, hizo el quite de “el milagro” al toro que abrió plaza.
Dio inicio la Temporada Grande en el coso capitalino con buenos augurios, entrada de menos de media plaza con buen ambiente y clima templadito y el sol asomándose en varias ocasiones.Se lidiaron cinco toros de la ganadería de “La Soledad” y uno de “Puerta Grande” que estuvieron bien presentados y sin mayores problemas, destacando el corrido en sexto lugar de “La Soledad” que fue el mejor del encierro y al que le corto una oreja Omar Villaseñor, antes ya había conquistado una oreja que le fue pitada el rejoneador Gastón Santos y Alfredo Lomelí tuvo una actuación destacada en su primero saliendo al tercio con fuerza, imponiéndose a sus toros. Y con ello se viene a tierra aquello de que no había ambiente para esta inauguración, aunque con la consigna de un letrero en las alturas que acicateaba a los matadores mexicanos a sacar la casta para esta temporada de oportunidad para todos.
Abrió plaza el rejoneador Gastón Santos que le puso muchas ganas a su actuación ante un toro de “Puerta Grande” que brinco al callejón de salida y luego se fue aquerenciando el toro a tablas y le pudo colocar rejones de castigo y banderillas arriesgando a sus jacas al tener que llegarle de cerca en cada colocación, siendo las mejores las banderillas a dos manos, toreando bien con sus caballos con mucha verdad y dejándose llegar cerca los pitones, termino de estocada contraria y fue ovacionado en el tercio. Con su segundo un toro más emotivo de “La Soledad”, en un descuido de salida tras de colocar un rejón de castigo el toro alcanzo al caballo “Ovidio” y le infirió una cornada en el anca izquierda de la que fue curado ahí en la plaza en el patio de caballos. Continuó Gastón con mucho ánimo y colocando banderillas y rejones en buen sitio, hasta terminar de dos espadazos y tener nutrida petición de oreja que se la rechazaron algunos y dio vuelta entre división de opiniones.
Alfredo Lomelí demostró su madurez como matador al resolver la problemática de un toro, su primero que si bien tenía clase en sus embestidas el de “La Soledad”, era tardo y solo aguantándole le saco pases de buena factura algunos de ellos con temple y largueza que le fueron coreados, igual los pases por el lado natural que fueron muy bien toreados y aguantando las lentas embestidas, le despacho con entera apenas traserilla teniendo petición de oreja que no fue concedida y Alfredo Lomelí con profesionalismo espero a que se nutriera la ovación para entonces salir al tercio y como fueron a más las palmas, se fue más allá del tercio, siendo con fuerza el aplauso del respetable que hizo poco menos de media plaza de entrada. Su segundo fue complicado y lo recibió con limpio farol de hinojos y poco toreo de capa a la verónica, se complicaron las embestidas de este de La Soledad con la muleta y termino fácil de estocada entera, llevándose leves palmas.
Omar Villaseñor ha tenido una buena actuación con su primero donde le toreo por ceñidas gaoneras aguantando mucho, su faena fue variada y de buen trazo aunque le falto estructura y termino de media estocada caída, le tocaron un aviso, pero aún así la gente le pido salir al tercio para ovacionarle. En su segundo toreo mejor de capa a la verónica, quito por chicuelinas antiguas y de muleta le saco una faena variada y de mejor estructura, templando las embestidas buenas del de “La Soledad” para extraerle pases de variadas marcas y rematar con las manoletinas ajustadas ya en tablas, ahí fue donde se entrego en la estocada montándose en el morrillo que ya la sola estocada valía la oreja por la ejecución y le fue concedida la oreja que paseo triunfal al cierre de la corrida inaugural.
En esta corrida se despidió el subalterno Jorge Kingston que tras de 30 años de carrera dejando la profesión y dio vuelta al ruedo entre las golondrinas.
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