BORRACHÓN de la ganadería de San Mateo. |
Publicado el 10/12/2008 |
Autor: José Antonio Pérez Alonso |
La efeméride de BORRACHÓN la voy a dividir en dos partes; la primera narraré lo sucedido como aficionado desde mi lugar en el tendido de la Plaza México, la segunda parte lo que años después me platicó el Dr. Campos Licastro cuando trabajé con él como médico adjunto al cuerpo médico de la enfermería de la Plaza México y miembro del capítulo de médicos taurinos. Fue el 3 de marzo de 1974, en los carteles de la Plaza México se anunciaba un interesante cartel de época Manolo Martínez, José María Manzanares y Mariano Ramos con un encierro de San Mateo. El ambiente en el tendido era insuperable, la personalidad de Manolo Martínez dividía la opinión de los aficionados, había mucho interés también por ver a Manzanares. Recuerdo el traje de luces de Manolo Martínez pues estrenaba un seda negro cuajado en oro.
BORRACHÓN salió Por La Puerta De Toriles en cuarto lugar, estaba marcado con el número 13 y pesaba 444 kilos.
La salida de BORRACHÓN fue natural rematando en el primer burladero, después de enterarse del ruedo es citado por Manolo extendiéndole el capote el cual fue tomado por BORRACHÓN con un serial de derrotes mismos que fueron aguantados por Manolo quien instrumentó tres verónicas cargando la suerte.
BORRACHÓN fue llevado al burladero contrario a la salida de los picadores quienes se colocaron en los sitios habituales, BORRACHÓN fue llevado al caballo de contraquerencia arrancándose de largo, recibiendo dos puyazos en el mismo sitio, el tercio de banderillas fue cubierto rápido pero BORRACHÓN dejó ver el sentido que había desarrollado pues buscaba al subalterno levantando la cara en el momento de la reunión. Manolo toma muleta y estoque y sin brindar cita a BORRACHÓN muy cerca del burladero de matadores dándole tres pases de largo sin llegar a tocar la rodilla en la arena. Manolo cita a BORRACHÓN con la izquierda dándole dos naturales donde BORRACHÓN llevaba la cara a media altura y al tercer natural BORRACHÓN prende la pierna izquierda de Manolo levantándolo por lo aires en una voltereta cayendo a la arena para ser envestido nuevamente por la chaquetilla, las asistencias saltaron a la arena, BORRACHÓN fue llevado al tercio de sol por toriles, Manolo fue cargado por monosabios y subalternos y al levantarlo los que estábamos parados en el tendido cerca del burladero de matadores observamos como salía a chorro y con latido la sangre del muslo izquierdo, al ver lo narrado las asistencia condujeron con gran rapidez al herido a la enfermería donde lo esperaba el cuerpo médico encabezado por el Dr. Xavier Campos Licastro.
El parte médico describía las dos trayectorias: "la primera de la parte media del muslo izquierdo hacia arriba y afuera de 34 centímetros hacia el trocánter mayor del fémur, la segunda de 24 centímetros hacia abajo y afuera seccionando los músculos vasto interno y recto anterior, sección de la arteria y vena femoral profundas y estado profundo de shock traumático.
Tendrán que pasar 72 horas para evaluar el pronóstico de esta cornada". Fue en el año 1986 cuando el Dr. Fausto Baltasar ortopedista y miembro del equipo del Dr. Campo Licastro me invitó a pertenecer al grupo médico y al capítulo de cirugía taurina. Nos reuníamos cada 15 días en una de las aulas de Hospital 20 de noviembre en dónde he trabajado durante 32 años en el servicio de Oftalmología y en unas de esas reuniones el Dr. Campos Licastro presentó en audiovisual la cornada que le infirió BORRACHÓN a Manolo Martínez, durante la narración el doctor nos confió detalles que no fueron publicados por los medios especializados y por lo tanto el público nunca supo hasta ahora que yo se los platico.
Se ha comentado mucho que alguna vez uno de los asistentes ya sea subalterno o monosabio o alguna otra persona a metido la mano dentro de la herida del torero al percatarse de la lesión de un vaso, en el caso de Manolo Martínez así ocurrió la mano de un subalterno cuyo nombre no recuerdo apretó la arteria femoral de Manolo hasta llegar a la enfermería, tan fue así que al colocar a Manolo en la camilla este sintió un gran dolor y al ver que una mano estaba metida dentro de su muslo este, Manolo, le dio una manotazo para que la sacara y al ver el chorro de sangre que empezaba a salir de su muslo Manolo se desmayó entrando en estado de shock. Durante la cirugía un médico de origen peruano invitado por el Dr. Campos Licastro a la corrida colocado a los pies del herido observaba como trabajaba el equipo médico en la operación, tuvo la curiosidad de palpar la arteria pedia (cerca del tobillo) y al no sentir el pulso le dijo al Dr. Campos Licastro "Xavier tengo la impresión de que estás operando a un muerto" a lo que el Dr. Campos Licastro respondió "No, aún siento el latido en la arteria, debemos seguir operando".
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