Francisco Lazo
20 de enero de 2009
AMIGOS, es indudable que todos los toros, cualquiera que sea su juego, tienen provecho, como sucedió con el encierro de Teófilo Gómez jugado el domingo pasado en la Monumental Plaza México. Indudable es también que no todos los toreros pueden obtener beneficios en la actualidad aunque haya unos en la historia de la fiesta que no parecieron tener toro aborrecido y hoy día ese es José Tomás, diestro que practica una fórmula que le tiene convertido en una gran figura del toreo y es difícil verle salir de las plazas sin el triunfo a cuestas. Y algo más importante todavía, se desenvuelve con un toreo estrujante, simplemente sensacional al andarle muy cerca al enemigo como pocos, muy pocos lo han hecho a través del tiempo. José Tomás da la impresión de fundirse con el astado, pues parecen un solo ser toro y torero en faenas plenas de valor sereno y arte inconfundible. Así se le vio ahora en su reaparición en la plaza capitalina el domingo pasado cortándole una oreja a cada uno de su lote, premio que no revela la magnitud de su labor.
¿Cómo templar y mandar, cómo hacer arte tan cerca del peligro? José Tomás tiene la respuesta, ejercitándose siempre en las afueras para encelar al toro sea bravo o manso y ahí en medio del redondel dibujar la temeridad en lances y pases tan ajustado al animal que hay ocasiones en que sale atropellado. Tratar de narrar su desenvolvimiento es complicado por lo que hay que verlo para disfrutarlo, al grado de no irle a ver sólo a ganar trofeos sino a emocionarse profundamente.
Así se manifestó en el festejo en cuestión y cabe pensar que aún es capaz de revolucionar el toreo y queda la incógnita también de hasta dónde puede llegar todavía con su arte. Va a regresar seguramente a la Gran México aunque decía que sólo torearía un festejo, pero se engolosinó también del trato emocionado y entusiasta del público por lo que cabría la posibilidad igualmente de que repitiera con sus alternantes, Arturo Macías, quien saludó en el tercio en su primero y le cortó una oreja a su segundo y tuvo una respuesta sonora de la asistencia ante su toreo temerario y lucido que le acerca ya definitivamente a su consagración de figura del toreo; y de Octavio García "El Payo" quien confirmó su doctorado y mostró todas las posibilidades que tiene para llegar a encumbrarse pronto, salió al tercio en su primero y fue ovacionado en su segundo que cerró el festejo. Y algo que les identifica a los tres además de su temeridad y lo carismático, es la variedad de suertes en su repertorio artístico desprendiéndose de la costumbre de limitarse a derechazos y naturales. Fue pues una tarde soleada y con una gran entrada que no llegó al lleno pero cerca estuvo de lograrse.
Y allá en León, Guanajuato, también les cortaron tres orejas a toros del mismo hierro de Teófilo Gómez, dos de ellas el capitalino Ignacio Garibay quien mantiene su línea triunfal y una el francés Sebastián Castella yéndose en blanco Joselito Adame. Y hoy martes día en que se festeja al Santo Patrono San Sebastián van a sostener un mano a mano muy interesante Eulalio López "El Zotoluco" y el mismo Castella quien repite, jugándose un fuerte encierro de la ganadería de Begoña. Y como ya es costumbre Christian Sánchez volvió a saludar en el tercio por su calidad de banderillero.
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