10 abril 2009

Cerrada pelea de Ortega, Garibay y Macías

Los desplantes de Macías hicieron estallar al público. Foto: Alejandro Villa / ESTO


10 de abril de 2009

Horacio Soto

COMO era de esperarse, en la corrida de Texcoco salieron chispas por los deseos de los toreros de hacer patente su superioridad y buscaron el triunfo luego de tremendo agarrón en sus respectivos turnos, dejando ver sus capacidades toreras y el público, que no alcanzó a llenar la plaza, salió ganando porque pudieron presenciar siete formas de interpretar el toreo, en una tarde ventosa y con amenaza de lluvia que no llegó a romper, pero que el viento sí molestó a los diestros.

Rafael Ortega, Ignacio Garibay y Arturo Macías fueron los triunfadores cortando dos orejas cada quien y saliendo a hombros entre gran algarabía de los asistentes, siendo Garibay que salió con el trofeo Netzahualcóyotl en disputa, sin saber quién se lo concedió porque se supone que había un jurado y todo hace ver que el público no se enteró quién lo había ganado. De otra forma el otorgamiento hubiera sido muy discutido. El otro suceso de la tarde fue el concurso de ganaderías para ver la bravura de los astados que se lidiaron y la designación recayó en el de Medina Ibarra que provocó un espectacular tumbo en Salomón Azpeitia y le será entregado el premio en metálico de 50 mil pesos.

"ZOTOLUCO"

Luego del paseíllo, la empresa de Marcos Castilla y su hijo le hicieron el reconocimiento a Eulalio López "Zotoluco" por haber llegado a su corrida 900 y le entregaron un trofeo. Asimismo le dieron un trofeo los miembros de la Unión Mexicana de Subalternos.

Fue precisamente el diestro chintololo, quien abrió el festejo con el toro de Marrón que llevó por nombre 900 corridas. "Zotoluco" estuvo valiente con el capote y ese toro se lo brindó a su señor padre, por sus 86 años de vida, quien es el cimiente de la carrera del matador. A "Zotoluco" se le vio el sitio que le ha dado ese camino recorrido a lo largo de 23 años. Y le hizo una faena echando a caminar sus recursos y le sacó los muletazos de buena factura. Terminó su labor con desplantes y abaniqueo, tirando muleta y estoque. No pudo festejar el homenaje al señalar un pinchazo, un pinchazo hondo y descabello y se retiró en silencio.

ORTEGA

Rafael Ortega se enfrentó a Miguelón de la venta del Refugio, un toro bravo, emotivo al que el tlaxcalteca le hizo una faena completa, luciéndose en chicuelinas y rematar con la revolera. Cubrió sensacionalmente el tercio de banderillas clavando el del violín. El toro fue emotivo, embestía con fuerza y Rafael se dio a torear por ambos lados, siendo muy elocuentes los ayudados en redondo, llevando muy embebido al toro en la muleta. A pesar del fuerte viento logró sacar los muletazos. Desplantes bravíos de espaldas y toreo por alto. Se fue por derecho y cobró soberbio estoconazo, rodando sin puntilla la res haciendo estallar de gusto a los concurrentes y ser premiado con las dos orejas y gritos consagratorios de torero... torero...

GARIBAY

Ignacio Garibay, con Centurión, de Pepe Garfias, un toro de gran calidad que aguantó infinidad de lances y muletazos, Ignacio se dio a torear a la verónica con su arte y temple que le caracterizan. Verónicas suaves y con arte. Logró una tanda de chicuelinas pletóricas de arte para ser aclamado y dejar debidamente colocado al toro en los medios. El toro se fue de largo y recibió un puyazo sin matarse y Garibay cuajó una tanda de tafalleras de gran limpieza. Doblones elegantes de castigo y muletazos por ambos lados con largueza y templanza y hasta la dosantina ejecutó. Faena de arte fino y luego se fue por derecho para una estocada y las dos orejas y aplausos al toro en el arrastre.

MACÍAS

Pero quien armó la escandalera fue el aguascalentense Arturo Macías, quien tiene al público en un puño, y por su especial forma de interpretar el toreo y de no ser porque señala un pinchazo antes de la estocada, se lleva el trofeo. Arturo realizó una faena gallarda y con tintes dramáticos. Se jugó la epidermis frente a Nazareno, de San Diego de los Padres, al que recibió a portagayola y de pie buenas verónicas muy suaves. Un quite por gaoneras muy ceñidas y que hicieron exclamar al público en su honor por su magnífica exposición. Muletazos por los dos lados entre la algarabía general. Puso el pecho por delante y señaló un pinchazo en todo lo alto con el descontento general y en el nuevo viaje clavó todo el acero y salió rebotando. Gritos de torero... torero... Y repetimos si no señala el pinchazo le otorgan el rabo, porque la gente estaba eufórica por lo que había realizado.

LOS DEMÁS

Los otros alternantes no se quedaron a la zaga y tuvieron brillantes actuaciones, pero sin redondear para cortar apéndices. Fernando Ochoa con uno de San Isidro, en medio del viento huracanado le hizo la faena de buen gusto con muletazos largos y templados. Estocada caída y el toro tardó en doblar para retirarse en silencio.

Alfredo Gutiérrez con Jaraleño de Torreón de Cañas, un toro bravo con el que se vio un tanto atropellado; como que le hace falta torear más y recuperar su sitio luego de un paréntesis que tuvo en su carrera. Cobró un bajonazo, un pinchazo y otro bajonazo para ser abucheado al retirarse.

Fermín Spínola realizó una faena brillante, completa cubriendo los tres tercios. Frente a Pelotero de Medina Ibarra, que fue colocado en el centro del ruedo y de ahí se fue por derecho al piquero. Fermín se lució en gaoneras dibujadas y ajustadas. Dejó bien adornado el lomo de la res y le brindó la muerte de su toro a "Zotoluco". Faena emotiva por ambos lados que le fue coreada. Fermín se jugó todo a una carta y en un gesto que mucho se le aprecia se tiró a matar y lo hizo recibiendo, señalando un pinchazo. Después pinchazo y estocada para un aviso.
ESTO

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