El doctor Víctor Hugo Jano Carpinteyro, director del Betania, informa al hermano de "El Cuate" sobre su estado. Foto: Sandro Franco Martínez/Corresponsal
8 de junio de 2009
Estará en terapia intensiva hasta el martes
Carlos Hernández Reyes
La juventud y los deseos de vivir, además de la esmerada atención médica, han colaborado en la milagrosa recuperación de Enrique "El Cuate" Espinoza, quien el viernes por la noche en la plaza El Relicario, recibió una grave cornada que le dañó las venas femoral y safena.
Aunque se mantiene en terapia intensiva, el torero de Monterrey evoluciona satisfactoriamente, mejor de lo que podría esperarse; de acuerdo a lo que su hermano, Sergio, comunicó a ESTO de Puebla, Enrique está consciente de todo y con enormes deseos de vivir. "Ya habla despacio y se ve bien", indicó Sergio Espinoza, quien junto a los ex novilleros Roberto "El Sublime" y Miguel Marín, se han mantenido al pendiente del matador. Por medio de este diario, a nombre de la familia Espinoza, Sergio agradeció a los aficionados taurinos por sus muestras de cariño y buenos deseos, así como por haber ayudado con la sangre que se necesitaba para cubrir la pérdida sufrida. La contadora Anie Cortez, gerente de la empresa Taurovisión Espectáculos, señaló que la evolución de Enrique Espinoza puede considerarse un milagro, ya que muchos otros, por menos, tienen complicaciones más graves. "Estamos sorprendidos por la manera en que ha mejorado; claro, mucho tiene que ver el hecho de ser joven y con mucha vitalidad".
De acuerdo al informe del doctor Víctor Hugo Jano Carpinteyro, director general del Hospital Betania, el tiempo estimado para que Enrique Espinoza sea dado de alta, es de 21 a 30 días, aunque si las cosas salen bien los familiares consideran su traslado a Monterrey, éste sería en una semana; pero, por la situación, lo mejor es que el diestro tenga toda su atención en Puebla.
La cornada del "Cuate" es, sin duda, la más grave en la historia de veinte años del coso poblano y, también, una de las más severas en los últimos años dentro de la fiesta brava nacional.
ESTO DE PUEBLA
La juventud y los deseos de vivir, además de la esmerada atención médica, han colaborado en la milagrosa recuperación de Enrique "El Cuate" Espinoza, quien el viernes por la noche en la plaza El Relicario, recibió una grave cornada que le dañó las venas femoral y safena.
Aunque se mantiene en terapia intensiva, el torero de Monterrey evoluciona satisfactoriamente, mejor de lo que podría esperarse; de acuerdo a lo que su hermano, Sergio, comunicó a ESTO de Puebla, Enrique está consciente de todo y con enormes deseos de vivir. "Ya habla despacio y se ve bien", indicó Sergio Espinoza, quien junto a los ex novilleros Roberto "El Sublime" y Miguel Marín, se han mantenido al pendiente del matador. Por medio de este diario, a nombre de la familia Espinoza, Sergio agradeció a los aficionados taurinos por sus muestras de cariño y buenos deseos, así como por haber ayudado con la sangre que se necesitaba para cubrir la pérdida sufrida. La contadora Anie Cortez, gerente de la empresa Taurovisión Espectáculos, señaló que la evolución de Enrique Espinoza puede considerarse un milagro, ya que muchos otros, por menos, tienen complicaciones más graves. "Estamos sorprendidos por la manera en que ha mejorado; claro, mucho tiene que ver el hecho de ser joven y con mucha vitalidad".
De acuerdo al informe del doctor Víctor Hugo Jano Carpinteyro, director general del Hospital Betania, el tiempo estimado para que Enrique Espinoza sea dado de alta, es de 21 a 30 días, aunque si las cosas salen bien los familiares consideran su traslado a Monterrey, éste sería en una semana; pero, por la situación, lo mejor es que el diestro tenga toda su atención en Puebla.
La cornada del "Cuate" es, sin duda, la más grave en la historia de veinte años del coso poblano y, también, una de las más severas en los últimos años dentro de la fiesta brava nacional.
ESTO DE PUEBLA
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