09 octubre 2009

las charlas con EL BARDO DE LA TAURINA


LA TEMPORADA CUCHA


Recién fue apuntillada la temporada de novilladas capiruchera que por siempre será recordada en los anales como en la que el empresario Dr. Herrerías, se paso por los cojones a la minúscula afición en un acto reprobable y violento, que desembocó con el secuestro de la Plaza México, a la que le serrucho la temporada chica, valiéndole madre todo mundo, toreros, jornaleros y aficionados que vibran al ritmo de la taurina, mas sin embargo tres promesas novilleriles alcanzaron a ser rescatadas, sus nombres Santiago Fausto, Sergio Flores y Jaime Ruiz, fue tal el daño que el empresario causó, que lo alcanzó a él mismo, pues si la temporada no hubiera sido puenteada, a estas horas con cinco novilladas más en la Monumental y otras por allá afuera, tanto Fausto como Flores aparte de haberse constituido en esa ‘pareja’ que tanto anhela la fiesta, estarían anunciados en el elenco grande y le hubieran dado al promotor dos puestos abridores que tanta falta le hacen, no que ahora todo apunta a que desde la primera refriega tendrá que usar un cartucho quemado. ¿O será que todo esta planeado para que el valenciano Ponce, vaya en el lugar de honor?, ‘me cachis la mar sala’ que manera tan absurda de perder un ciclo, así que como aparte de lo señalado, no hubo nada mas que escribir a casa, pues colorín colorado.


AZTECAS & CONQUISTADORES

Las percusiones y los alientos que habrán de encender el fuego de la contienda en la plaza mas grande de la Nueva España empiezan a cobrar fuerza, la lucha francamente se vislumbra harto dispareja y no porque los lugareños no se vayan a fajar, sino porque los conquistadores vendrán con su ‘Majestad’ Enrique Ponce al frente, sus titanes ‘Juli’ y Pepe Tommy, escoltados por los mariscales ibéricos del mas alto rango, en fin, la ‘Armada Española’ a plenitud, mientras que los guerreros autóctonos encabezados por los toreros que tienen sello como José María Luevano, Guillermo Martínez, Joselito Adame y los tauro mágicos Octavio García ‘El Payo’ y Mario Aguilar irán a la guerra sin el liderazgo del señor de Atzcapozalco, Eulalio López ‘Zotoluco’, quien dándose su lugar y exigiendo el trato que como primera figura del toreo azteca merece, parece ser que no estará comandando el ejercito local, lo que obedece a que el káiser de la bota de hierro Dr. Rafael Herrerías le quiere rayar unos cuantos tlacos al ‘Chintololo’ para así repartirse el botín con los españoles y los espejitos con los de casa, ni hablar… la avaricia es un pecado que ciega a cualquiera.


SUERTE MATADOR

¡Vaya impresión! que ha causado entre la afición el nuevo concepto que ha estrenado de cara a lo que será el invierno torero en América donde la guerra por sobresalir esta canija y Emilio Méndez jerarca del portal bien que lo sabe y aún mas, supo como capitalizar la experiencia adquirida durante el ultimo par de años y de entrada le dio a los cibernautas taurinos, un escaparate pleno de información verdadera, interesante, accesible, global, fresco, orientador, adelantado en tecnología, Emilio Méndez creador de este ‘concepto’ desde ahora esta llamado al centro del anillo por la justificada razón de que junto con su áureo staff esta haciendo fiesta y dignificando la nueva comunicación taurina, así que mas que una felicitación que bien ganada la tiene vaya una recomendación para adoptarla como una de las favorita de la computadora.


SE PALMO DON ENRIQUE

Se llamaba Enrique Rojas, era uno de los personajes pintureros que forman parte de la Fiesta Brava, como la mayoría de los taurinos juraba que asistió a la inauguración de la Plaza México de la mano de su ‘jefe’ y que vio morir a Manolete en Linares, también aseguraba que estuvo en La Aurora la tarde que debuto Manolo Martínez, con esos blasones se apersono en mi cantón llevando por delante un pomo de ‘marrañilla’ ya con la lengua flameada dijo que había fundado una porra que bautizo como de “Las Alturas” y que iba a ser la numero 1 de México ¡a chingaos! y volvió a embestir diciendo que la dichosa porra de ‘Las Alturas’ jamás sería un club social, sino una trinchera de taurinos y ¡Cumplió!, hoy Don Enrique Rojas se ha metido en su espuerta mortuoria en la que fue llevado en hombros con el capote de luces sobre sus fiambres, a su ultima grada esa de sol, esa de las alturas, la de los aficionados que dejan huella.


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