09 octubre 2009

Rincón Taurino

(Octubre 01/09)



el Güero Miguel Ángel García


  • por ANTONIO CASANUEVA

Para este número, Rincón Taurino se complace en presentar a los amables lectores de MOMENTO, este artículo sobre “El Güero” Miguel Ángel García, que ha escrito Carlos Hernández González, mas conocido por el sobrenombre de “Pavón” heredero de la tradición ganadera tlaxcalteca, fue novillero puntero en sus años de juventud, es escritor y autor del gran éxito de librería “Sin sangre, Pajarito” y en esta ocasión nos recuerda a Miguel Ángel, en el 80 aniversario de su natalicio y 35 de su triste y sensible fallecimiento .


MIGUEL ANGEL GARCIA, UN HÉROE OLVIDADO


Miguel Ángel García nace en la ciudad de México, D.F. el 1 de octubre de 1929, por lo que en los próximos días se estarán cumpliendo nada menos que ochenta años de su nacimiento, formándose como novillero en la ganadería de don Heriberto Rodríguez .


Se forma como novillero en la ganadería de Heriberto Rodríguez vecino de Apan, Hgo. por lo que se le consideró en muchas ocasiones un hidalguense de Apan. En esa población el señor Guillermo Delgado lo asigna como encargado de sus billares y le proporciona una habitación, permitiendo que –en sus ratos libres– se dedique a la torería.


Viste por primera vez el traje de luces en esta población el 21 de agosto de 1949, posteriormente debuta en la placita capitalina “La Morena” dándose a conocer como un torero valiente a carta cabal.


El 30 de julio de 1950 se presenta en La Plaza México causando sensación por su valor rayano en temeridad. Esta temporada torea dos novilladas más acusando un claro verdor, pero posee una personalidad que aunada a su valor lo hacen un novillero carismático. Don Enrique Bohórquez , redactor del diario ESTO le recomienda volverse al campo a perfeccionar su oficio, pero el empresario Alfonso Gaona –por su imán taquillero– lo programa como base de cartel para la siguiente temporada novilleril.


Miguel Ángel, un muchacho rubio, alto, delgado, no muy garboso pero con buena planta de torero. Su dejo al hablar es el del clásico capitalino de barrio: No ?. Usaba el clásico copete, entonces de moda, simpático en su trato, con una sonrisa de niño, se hace pronto popular y atractivo ante la juventud.


En 1951 torea nueve novilladas, sumando ya doce y se convierte en el llena plazas; faenones y quites por gaoneras o por fregolinas espeluznantes, achuchones, cornadas y en ocasiones un temple exquisito, aumentan su atractivo sensacional. Alterna estos éxitos con Curro Ortega, Rafael García ( padre de los Querencia) con El Ranchero Aguilar, con “El Callao”, con “El Piti” y con los españoles Julio Pérez “Vito”, Paco Honrubia, Jesús Gracia y Jerónimo Pimentel.


Dos mano a mano, uno con El Vito y otro con el potosino Jorge Reyna “El Piti” llenan la inmensa plaza de bote en bote. La tónica de El Güero: muchas vueltas al ruedo sin oreja, por sus fallas al matar, razón (motivo) por la que el Doctor Gaona, el empresario, le escatima los justos honorarios: Mientras no cortes orejas no ganarás dinero…Cortó algunas pero el empresario prefería soslayarlo. Notable faena al novillo “Jaspeador” de La Laguna de la que el juez escatima la segunda oreja.


PARA LA HISTORIA.- El 22 de julio de 1951 en el quinto novillo de nombre “Cuadrillero” de San Mateo que correspondía a Fernando de los Reyes “El Callao”, Miguel Ángel hace un quite por gaoneras templado y estrujante por su quietud, que pone a la gente de pie. El público lo hace dar una vuelta al ruedo, interrumpiendo la lidia de su alternante, quien a la postre borda una faena grandiosa. Este quite originó que el Doctor Gaona encargara una pintura al maestro Antonio Navarrete.


Caso similar en otro quite por fregolinas a un novillo que correspondía al valenciano Paco Honrubia, en el que pasó a los medios a agradecer la ovación. En 1952. el 15 de junio alternando con Alfredo Leal y Gonzalo González borda otro faenón a “Muñeco” de San Mateo sin cortar orejas por sus defectos al matar.


Esta temporada corta varias orejas y muchas vueltas al ruedo y recibe una cornada de “Chamorrero” de La Laguna haciendo un faenón en la de la oreja de plata que por poco se la gana a Jorge Reyna “El Piti”. Siete novilladas y una más en 1953 llegando a sumar en su haber 20 en La Plaza México. ( sólo El Callao sumó más de 20 en esta plaza).


Al mes de junio de 1953 parte a España a buscar más triunfos. En junio torea su primera novillada en Barcelona, después suma 13 novilladas en plazas de importancia como Sevilla y Madrid en donde corta oreja; Málaga, Valladolid y en Palma de Mallorca en donde corta en dos tardes cuatro orejas y un rabo.

Inicia el año 1954 en Nimes para volver a Sevilla el dos de mayo de 1954 para lidiar una novillada de don Felipe Bartolomé alternando con Paco Méndez y Pepe Ordóñez. En esa fatídica tarde al recibir con una larga cambiada de rodillas a Porta gayola a uno de sus novillos recibe una cornada en la boca hacia el paladar. La punta del asta llegó hasta milímetros de la base del cráneo, causándole gravísimas lesiones. El parte facultativo (largísimo) describe pronóstico gravísimo y casi nulas las posibilidades de vida. Consternación en toda España, mayor de la que causa en México.


Esta cornada, como casi siempre ocurre, le abre nuevas puertas y le llueven contratos.


Después de recuperarse toreó una novillada en Roquefort Francia; reaparece en Madrid el 5 de septiembre con gran éxito cortando la oreja a cada uno de sus novillos. Repite en Madrid el 16 del mismo mes y el 19 se despide como novillero en Vic Fezensac ……


(Continuará)



RINCON TAURINO (8/OCT/09)


MIGUEL ANGEL GARCIA II "


En este número, Rincón Taurino se complace nuevamente en traer para los amables lectores de MOMENTO, la segunda parte del artículo que contiene la biografía del matador Miguel Ángel García, escrita por Carlos Hernández G. mejor conocido como "PAVON", escritor taurino y cuya parte inicial publicamos en el número anterior de la revista.


"MIGUEL ANGEL GARCÍA, UN HEROE OLVIDADO II"



Miguel Ángel recibe la alternativa en Palma de Mallorca, España el 26 de Septiembre de 1954, de manos de José María Martorell con Victoriano Posada como testigo y toros de Ramos Hermanos. Esa tarde al toro de la alternativa llamado “Parrero” le corta una oreja y a su segundo, las dos y el rabo; cerrando su temporada española de ese año su en Beziers el 3 de octubre cortando las dos orejas de su primer toro. Miguel Ángel gana en técnica, pues ya no le echan mano los toros con tanta frecuencia y mata mucho mejor.


Confirma su alternativa en México el 16 de enero de 1955 con el toro “Trueno Verde” de Torrecilla, de manos de Ricardo Balderas (hoy juez de plaza) y como testigo su primer padrino José María Martorell, con salidas al tercio en sus dos toros.


En esa temporada 1955-1956 obtiene sólo algunas vueltas al ruedo y provoca la polémica entre los periodistas y los aficionados. Lo acusan de intercalar “chabacanería” en algunas de sus actuaciones, las que para este autor, consistían en que Miguel Ángel pedía a su mozo de estoques le plantara un espejo para que peinara su rubio copete haciéndose pasar por un “dandy muy aliñadito”, para que instantes después se convirtiera en lo contrario: revolcado, rota la ropa, arena en la boca y con frecuencia apaleado y sangrando; situación premeditada para causar este efecto. En la provincia mexicana sólo se le ve en Morelia, Acapulco y Ciudad Juárez y en Xico, Veracruz.


En 1956 vuelve a España y es incluido en La Feria de San Isidro en donde confirma alternativa su con el toro “Ratonero” de Carlos Núñez, de manos de Manolo Vázquez y el testimonio de Emilio Ortuño “Jumillano”. Continúa en su campaña española más o menos triunfal.


Vuelve el “Güero” a México y termina el año 1956 con 19 actuaciones y en 1957 con 17 tardes entre la capital y la provincia y en 1958 sólo catorce. El 22 de julio de 1956 este autor tiene el privilegio de vestir de luces por primera vez, alternando con mi primo Jorge Aguilar “El Ranchero” y mi amigo Miguel Ángel en donde torean mano a mano con toros de Piedras Negras y me invitan de sobresaliente. ¡Qué dicha!


Se empiezan a hacer manifiestas las secuelas de aquella cornada de Sevilla. Miguel Ángel sufría ataques de epilepsia y padecía dificultades al hablar. Estas circunstancias propician el declive definitivo de Miguel Ángel como torero y como ser humano.


En su última corrida gloriosa en la México efectuada el 3 de diciembre de 1956 mata una corrida muy fuerte de El Rocío, alternando con Dámaso Gómez que confirmaba su alternativa y Curro Ortega. Miguel Ángel corta las dos orejas del último toro tras una faena que sobrecoge de dramatismo al público, más que por emoción por la situación que a continuación se inserta sobre la nota del lunes tomada del libro "Una Cincuentona Monumental" escrito por Daniel Medina de la Serna y Lic. Humberto Ruiz Quiroz que redacta José Octavio Cano y que publica en el diario ESTO.


Miguel Ángel:

“ Con una nerviosidad terrible he seguido las incidencias de tu negativa a dejarte sacar de la plaza porque los médicos ordenaban que tú no estabas en condiciones para poder lidiar al sexto. Y sin embargo lo hiciste.

“ Te impusiste a fin de cuentas sobre los gendarmes, sobre los médicos, sobre la multitud que acabó pidiendo que te fueras. Pero sigo creyendo que a pesar de todo, ni los médicos, ni la autoridad, ni nadie, debieron haberte dejado continuar. Los ruedos de las plazas de toros no deben convertirse nunca en piedra de sacrificios humanos.


“ Lo que me parece necesario y urgente, por razones puramente buenas, es que por este año, al menos, te retires de los toros, Miguel Ángel. Tú necesitas rehacerte física y moralmente. Y digo moralmente, porque sé que los pitos que has escuchado en tardes anteriores te han herido. Creo que han hecho muy mal en traerte en estas condiciones, y sobre todo en haberte lanzado a los ruedos a una lucha desigual con los hombres y con los toros”.


En tanto, en La crónica del lunes "Pocapena" hace el siguiente comentario:

“Al torero no le convenció la opinión de los facultativos y volvió al callejón, donde su apoderado, amigos y compañeros pudieron apreciar, por incoherencias manifiestas en su conversación, que era un disparate salir a despachar el segundo suyo, último de la corrida y el de más peso, pues dio en la romana 540 kilos.


“ El madrileño Dámaso Gómez había dejado buen sabor de boca ante la afición, pero el celo profesional de Miguel Ángel no permitía que aquel se le fuera por delante.”


A fin de 1958 Miguel Ángel desaparece del mapa taurino, pero este autor sigue sus pasos temporalmente: Miguel Ángel, se dedica a dar clases de manejo en un auto de doble control; lo que le permite mantenerse temporalmente. Supe también que dicho permiso le fue retirado. Se vuelve alcohólico, se pone hinchado, gordo y panzón; y hasta ahí; seguí su huella.....

Un 3 de septiembre de 1974 sufre en el mercado de La Merced un ataque de epilepsia y días más tarde el 12 del mismo mes fallece sin ser identificado. Al ser llevado a la morgue, días después del hallazgo de su cadáver, los practicantes de medicina indican a su maestro que parece tratarse de un torero pues le observan varias cicatrices en el cuerpo. El maestro, que llevaba alguna amistad con el cronista Pepe Alameda, lo llama y le pide reconocer la identidad de un posible torero. José Alameda lo hace y da parte del hecho a sus familiares y al público.


Patético fin de un glorioso torero, envilecido entre huacales, ratas y cucarachas. Por su orgullo, amor propio o tal vez por su estado patológico, no se sabe que haya hecho del conocimiento de un taurino filantrópico su estado de desgracia. Carlos Arruza dio la mano organizando y toreando festivales benéficos para Curro Ortega, materialmente cosido a cornadas, otro para Carlos Vera “Cañitas” cuando le fue amputada una de sus piernas; y en España para el durangueño Guillermo Carvajal. Desgraciadamente Carlos se murió en 1966. Tal vez si conoce la situación miserable de Miguel Ángel, su fin no hubiese sido tan triste.


Hasta aquí las sentidas palabras de Carlos Hernández G . "Pavón", nuestro invitado especial en esta columna, en la que luego de su trato personal y el haber tenido la oportunidad de alternar tanto de luces en las plazas de toros, como en los tentaderos de las ganaderías tlaxcaltecas, nos ha narrado esta emotiva y desgarradora crónica de los hechos.


ANTONIO CASANUEVA


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