EN PUEBLA
Gilio, como en los buenos tiempos
ARTURO Gilio tuvo buena actuación en el festejo del viernes por la noche. Fue premiado con un auricular.
HORACIO Casas tuvo buenos momentos y cortó una oreja.
GUSTAVO García “Solo” estuvo valiente ante un novillo que poco colaboró.
ALEJANDRO Ferrer bordó buenos derechazos en los medios de la plaza.
Arturo Gilio dejó en claro la noche del sábado, que lo que bien se aprende jamás se olvida. A pesar de haberse retirado hace diez años de los ruedos, volvió a estar frente a un novillo dentro del Encuentro Mundial Ecuestre para, a pesar de que las condiciones del estado no eran óptimas, sacarle el máximo provecho y cortarle una oreja.
El lagunero, segundo en el orden del festejo, entendió a la perfección a “Lusitano”, un burel de El Vergel con debilidad de remos y que resintió el castigo en el primer tercio; aún así, se dejó meter mano y permitir el lucimiento de Gilio.
Tandas de derechazos en los medios y de naturales, le dieron forma a una faena variada que llegó a su esplendor cuando Arturo bordó dos pases de rodillas.
Es cierto que no fue ortodoxo con la espada al marcar pinchazo hondo, pero que fue suficiente para que el astado cayera, y Gilio fuese premiado con un auricular, a todas luces justo.
El que abrió plaza fue el rejoneador Horacio Casas, quien mostró buenas cosas ante “Gitano” un novillo que fue de menos a más. Bien con los rejones de castigo y con las banderillas; los Forcados de Teziutlán realizaron una buena pega en el primer intento.
Debido a la debilidad del toro, éste fue matado a pie por uno de los subalternos. Casas recibió en reconocimiento a su labor una oreja.
Alejandro Ferrer lidió al mejor del encierro, “Andaluz” con el que tuvo destellos de buen torero con el capote, aunque con las banderillas la cuadrilla haya estado bastante mal. Con la muleta, se regocijó con tandas de derechazos en los medios del redondel y cuando estaba por culminar su buena labor, recibió una paliza que cerca estuvo de convertirse en cornada; por suerte, todo quedó en un susto.
Su estocada no fue estética, pero sí efectiva a pesar de que el puntillero en dos ocasiones levantó al animal. El poblano Ferrer fue premiado con un arete de parte del juez.
Cerró el festejo Gustavo García “Solo”, quien enfrentó al peor novillo de la noche, de nombre “Jerezano”, lo que es decir bastante.
El novillero juarense estuvo entregado y valiente, pero no contó con el apoyo del astado que se fijó al piso y nada quiso con la muleta.
Con la capa “Solo” lanceó por verónicas y chicuelinas, y en el último tercio plasmó cuatro péndulos de gran calidad. Se tiró a matar con decisión y clavó la toledana, pero sin efecto por lo que recurrió al primer golpe de descabello para culminar la labor.
NOTA DE PRENSA
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