01 noviembre 2009

El Payo forma un lío gordo en Guadalajara





Por: Juan Antonio de Labra 

    ficha

Octavio García “El Payo” se presentó en Guadalajara como matador de toros y causó una gratísima impresión, después de cuajar una faena redonda al tercer toro de la tarde, un ejemplar de Los Encinos que embistió con calidad, en un festejo donde Ignacio Garibay y Joselito Adame se esforzaron por agradar pero sin resultados favorables.

La actuación de El Payo ratificó el excelente momento por el que atraviesa, sobre todo de mentalización y firmeza con la que ha afrontado las dos primeras corridas de su temporada mexicana.

Y si hace una semana en Guanajuato puso una pica en Flandes, hoy ratificó este paso arrollador con un trasteo de mucho calado, en el que el queretano no se quedó por debajo de las magníficas condiciones de un toro al que se le pidió el indulto.

A base de colocación, asentamiento y temple, El Payo cuajó series muy sentidas, recias, sin ningún tipo de aderezo sino la verdad de sus procedimientos.

El toro se fue confiando cada vez más conforme le dejaba la muleta en la cara, que fue la clave técnica para poder ligar muletazos en un palmo, girando sobre los talones, que formaron series de buena acabado que abrochó con largos pase de pecho.

En los adornos finales, El Payo se gustó mucho llevando el toro de los medios hacia el tercio, ganándole terreno en ayudados por bajo y trincherillas de cante grande.

A esas altura de la faena un sector del público pedía el indulto, pero Octavio sabía que tenía ganadas las dos orejas y se fue derecho tras de la espada para colocar una estocada ligeramente desprendida pero de efectos fulminantes.

La afición tapatía se le entregó sin reserva en la vuelta al ruedo, que compartió con el ganadero Eduardo Martínez Urquidi, en un detalle que le honra porque no se lo pensó ni un minuto y antes de dar siquiera él mismo la vuelta al anillo, cruzó el amplio redondel para sacar al ganadero de su palco.

En el sexto estuvo igualmente dipuesto, y por momentos le cogió el aire al toro con al muleta en la izquierda, en naturales de acusado temple. Al final no consiguió meter al toro en vereda por el pitón derecho y la faena se diluyó porque el de Los Encinos no terminó de entregarse.

La gente se quedó con este buen sabor de boca en medio de una corrida con pocos pasajes de interés, y al afán de Ignacio Garibay de intentar todo, inclusive el recurso del toro de regalo para buscar el triunfo.

De la actuación de Ignacio merece la pena rescatar la faena al que abrió plaza, un ejemplar que acudía rebrincado y se paró demasiado pronto. Y sólo poniéndose en el sitio con hombría, consiguió sacarle pases de mucho mérito.

También se la jugo en el séptimo, un ejemplar de preciosa lámina que se también se aplomó a las primeras de cambio. Garibay expuso como un endemoniado, metiéndose entre los pitones, y así le aguantó frenazos y miradas en una faena de torero macho.

En ambos casos no estuvo fino con la espada y dejó escapar un trofeo que le hubiera devuelto la ilusión tras haberse topado con el cuarto, un toro veleto y serio con el que abrevió al percatarse de las complicaciones del ejemplar.

El público estaba deseoso de ver a Joselito Adame como en tardes anteriores, triunfante. Sin embargo, el hidrocálido no alcanzó a redondear sus faenas y se tuvo que conformar con detalles.

Los lances a la verónica que dio al primer toro de su lote, que terminó violentándose, lo algunos naturales sueltos al quinto, fueron un pobre balance de una tarde sin relieve para Adame, que mañana actuará en su tierra al lado de Sebastián Castella, en la alternativa de Mario Aguilar.
 

Ficha

Sábado 31 de octubre de 2009. Segunda corrida de al temporada. Un tercio de entrada en tarde espléndida. 7 toros de Los Encinos, bien presentados, desiguales en juego, de los que sobresalió el 3o. por su calidad y fue premiado con vuelta al ruedo. Pesos: 525, 525, 505, 470, 505, 545 y 470 kilos. Ignacio Garibay (verde nilo y oro): Palmas, división y palmas en uno de regalo. Joselito Adame (verde esperanza y oro): Silencio y división. El Payo (azul añil y oro): Dos orejas y palmas. Destacaron en varas Mauro Prado y Ricardo Pacheco. El picador Efrén Acosta sufrió una lesión en la mano izquierda, pendiente de estudio radiológico.

                       

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