14 de marzo de 2010
Estallaron de gusto los aficionados
El restaurante taurino La Mandrágora, en Aguascalientes, lugar donde habitualmente se reúnen los aficionados y los representantes de los medios de comunicación, la mañana de ayer se vio repleto, ya que se quería presenciar la corrida de Las Fallas de Valencia, y ver a su paisano e ídolo Arturo Macías, quien hizo su debut en Valencia, en una campaña por España y Francia.
Los ahí presentes, primero estuvieron a la expectativa y con las caras gachas por el percance de Arturo al entrar a matar, pero cuando la autoridad le otorgó la oreja que pedían los falleros, estallaron en júbilo y los gritos y la algarabía invadieron la tierra de la gente buena. Muchos opinaron que si mata pronto le corta la otra oreja, y una oreja de su primero.
En la televisión se escuchó a los comentaristas Manolo Molés y Emilio Muñoz, mencionar que había frescura, variedad y valor en Arturo. No es exquisito su toreo, pero sí tiene mucha hambre de ser alguien. Y señalaron que su lote fue el malo del encierro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tus comentarios a esta entrada