"EL BERRENDITO DE SAN JUAN"
- Por: Antonio Casanueva
Decía mi padre que, hablando de despedidas, dos habían sido monumentales y ambas en El antiguo Toreo de la colonia Condesa; la de Rodolfo Gaona el 12 de abril de 1925, de la que al día siguiente mi padre y mi abuelo fueron a visitar y por ende a felicitar a su casa de las calles de Bucareli capitalinas, visita de la que conservo una preciosa fotografía. La otra de la del tapatío Pepe Ortiz ocurrida en la misma plaza; en marzo de 1943 tanto por lo emotivo de la ceremonias, como por el cariño que el publico de esas épocas le guardaba a ambos toreros, aunque muchos años después, le ví llorar como a un chiquillo, la tarde que el potosino, Fermín Rivera se fue de los ruedos, sentado enfrente de un aparato televisor que él, mi padre, me había hecho conseguirle prestado ya que se encontraba convaleciente de una difícil y peligrosa intervención quirúrgica.
Si todavía se encontrara con nosotros, le pediría y ahora lo haría mas que nunca, que incluyera en su lista algunas despedidas mas, entre la que personalmente incluiría al también tapatío Manuel Capetillo y por supuesto la que ahora nos ocupa de "El Berrendito".
Rafael Loret de Mola, un escritor mas de moda por los tintes amarillistas de sus libros, que por los temas taurinos en ellos tratados, dice textualmente en su éxito en turno; "Si los Toros no dieran cornadas" que nuestro personaje de hoy, Luís Procuna tuvo;
"" Una infancia miserable, en el abandono, cuidando de su madre y sus hermanas en el paupérrimo barrio de san Juan, en la capital mexicana y que bien pudiera haberse convertido en uno de esos -peladitos- que Cantinflas mitificó caricaturizándolos. Pero no. Que una noche ante el fogón rebosante de tamales de dulce y de manteca, que su viejita elaboraba para costearse la existencia, cambio de parecer. El, el fogón, los tamales y el sustento, fueron arrollados, de improviso, por un mozalbete rico, heredero de una inmensa fortuna, quien conducía un automóvil de lujo. El Junior, ni siquiera se detuvo cuando arrojó desde la ventanilla unas cuantas monedas, como si con eso pudiera compensar, la humillación, el hambre y la impotencia de sus víctimas".
"....Procuna, un niño entonces, alzó el puño, mientras sus propias lágrimas le salpicaban y las unia a las de su madre, postrada en la calle. Se juró, maldiciendo, que haría dinero para salir de la miseria y decidió hacerse torero.....”"
Hasta aquí las palabras de Loret de Mola, las que como en la mayoría de sus otros libros, ha exagerado inventándose su propia historia, en el caso de Procuna, tal y como se ha inventado tantas otras de la historia de nuestro país, los romances de sus héroes y otras cosas por el estilo.
La realidad novela aparte, fue como en tantas otras cosas de la vida, le fue a Luís bien diferente, incluso ha llegado a decirse que ni siquiera nació en la capital, como lo apuntan la mayoría de sus biógrafos. Un ejemplo es aquel inolvidable álbum taurino de las pinturas de Ximénez, el que fuera publicado en los años cuarentas, que da Texcoco, Edo de Mex. como lugar de su nacimiento y no la ciudad capital como la mayoría de quienes se han preocupado por escribir sobre este sin par torero, en lo que si coinciden es en el año de su nacimiento 1923 y que comenzara a torear en 1938, o sea ya entrados los quince años.
En la capital, debutó un jueves taurino en El Toreo, el 14 de agosto de 1941 y dos años mas tarde, en la misma plaza tuvo un gran éxito realizando la extraordinaria faena al toro "Barbián" de Piedras Negras el 8 de agosto de 1943, tomando la alternativa de manos de nuestro personaje de hace un par de semanas, "El Ciclón" Carlos Arruza actuando mano a mano con él en Cd. Juárez, el 5 de diciembre de 1943 con toros de Corlomé y la confimó en aquella inolvidable tarde llamada de "Los Tres Luíses" con "El Soldado" como padrino, quien le cedió al toro "Pinturero" de San Mateo, siendo testigo el llamado "Chinito de Monterrey" Luís Briones.
Debido a sus éxitos tanto dentro tanto de su profesión como en la pantalla cinematográfica, no solo pero muy especialmente en la película "Torero" de Carlos velo la cual resulto ganadora de los máximos premios en el certamen de ese año en Cannes, hicieron que pronto se convirtiera el torero de moda, participando en la corrida de inauguración de la plaza "Monumental" México, actuando nuevamente con su padrino Luís Castro "El Soldado", Manuel Rodriguez "Manolete" y el propio Luís como tercer alternante, quien por cierto fuera el primer diestro mexicano en cortar un apéndice al tercer toro "Gavioto" de nombre y con el número 55 marcado a fuego en los costillares y que decir del Mounstruo como también se le llamaba a "Manolete" quien se llevó el primer trofeo otorgado en dicho coso, al segundo de nombre "Fresnillo" que llevaba el numero 5, aunque la mejor faena de esa tarde inaugural, fuera la realizada por este mismo torero, en su segundo de nombre "Monterillo".
Y ya que estamos recordando aquellos tiempos idos, valdría la pena mencionar que dos semanas mas tarde de aquella inolvidable inauguración, tanto Manolete como Luís regresaron a "El Toreo", ahora alternando con Pepe Luís Vázquez con toros tlaxcaltecas de Coaxamaluca y que Luís, luego de una increible faena de una absoluto corte "Procunista" cortara la oreja y el rabo al tercero de la tarde de nombre "Cilindrero" y cabe la aclaración, porque en esos años solo se otorgaba en la capital y por reglamento; la oreja y el rabo.
Durante los años de 1950 y 51, Procuna viajó a Europa, toreando en 1950 en Francia y Portugal alcanzando a sumar 15 actuaciones y para el siguiente lo hizo en España, debutando en ese país en Barcelona el 6 de mayo de 1951, completando en ese año algo así como 30 actuaciones, incluyendo la confirmación de su alternativa en importante ceremonia celebrada en Madrid el 14 de junio, siendo Paquito Muñoz el padrino y el portugues Manolo Dos Santos el testigo, el toro de la ceremonia se llamó "Guareño" de don Joaquín Buendía, sufriendo una grave cornada en el último toro de esa tarde.
Todos los aficionados de ese tiempo, tanto los apasionados "Procunistas" como quienes no lo fueron, recordamos al menos una gran faena de este torero, pudiéndose decir, especialmente en el interior de la república que sería imposible para ellos, convenir cual pudo haber sido su mejor faena. Para quien esto escribe, sin embargo, no existe la menor duda, fue la realizada al toro "Polvorito" de Zacatepec, en la Plaza México el 15 de febrero de 1953, actuando nuevamente con "El Ciclón Mexicano" y el portugués Manolo Dos Santos, con un séptimo toro de regalo, al que realizó lo que para muchos será la mejor faena de su vida y por la que se le otorgaron las dos orejas y el rabo, pese a haberlo pinchado repetidamente, antes de dejar la estocada final, pero si lo hubiera visto en mas de una ocasión en El Progreso de Guadalajara o en La Revolución de Irapuato, tal vez no coincidiría con esa apreciación.
Posteriormente participó intensamente como líder sindical, teniendo fuertes desavenencias tanto taurinas como personales por lo que debió ausentarse de los ruedos entre 1966 al 71, retirándose de la profesión el 10 de marzo de 1974, realizando su postrer faena gran al toro "Caporal" de Mariano Ramirez por la que obtuvo los máximos trofeos en tarde que actuara con Eloy Cavazos y Chuchito Solórzano.
Iniciando el viaje sin retorno desde la ciudad de México el 9 de Agosto de 1995, pasados los 72 años de edad y con su salud bastante mermada por las múltiples cornadas, algunas de mucha gravedad, recibidas a lo largo de su profesión.
Continuará. .
ANTONIO CASANUEVA
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